El Giro ‘vuela’ a 47 kms/h sin Girmay tras hacer historia
Fue una tremenda injusticia y ayer, sin querer y sobre todo sin estar en carrera, Biniam Girmay siguió siendo el protagonista de un Giro que voló a 47 kilómetros por hora para acabar con un esprint anunciado y la primera victoria italiana gracias a Alberto Dainese, compañero de Romain Bardet en el DSM alemán. El esprint era la única opción en una jornada llana como la mano, con 203 kilómetros que no invitaban a ninguna emoción pero al menos con el viento a favor para evitar un retraso considerable. Richard Carapaz estuvo muy atento y restó tres segundos en una meta volante. Empató a tiempos con Joâo Almeida, ambos, ahora, a 12 segundos de la maglia rosa que Juanpe López sigue llevando.
El eritreo se lastimó el ojo al abrir un espumoso después de ganar la etapa
Ha tenido que producirse un accidente grave con un tapón de vino espumoso para que la dirección del Giro hiciera algo tan sencillo como dar las botellas abiertas a los ciclistas. Ellos son deportistas y no expertos en el arte vinícola. Es casi imposible por el peso abrir una botella de vino de tres litros sin estar en el suelo. Con el líquido caliente el gas actúa con mayor rapidez por lo que no resultó extraño que el tapón de corcho impactase en el ojo izquierdo de Girmay, que acabó en el hospital y no pudo tomar la salida ayer.
Y hubo que esperar a que el vino espumoso, un Prosseco, dañase a un corredor para entregar las botellas abiertas, tal como han hecho organizaciones de otras carreras. El eritreo Girmay había sido el primer ciclista negro en ganar una etapa en una gran vuelta.