Un gran aporte gráfico descubrirán este edificio
Conocer las instituciones está bien, pero es muy interesante descubrir los espacios que las albergan; mucho más si encierran valores arquitectónicos o históricos. Este es el caso del Justicia de Aragón situado en la Casa palacio de los Armijo, que recibe el nombre de los últimos propietarios que la compran hacia 1870. La historia de esta vivienda, situada en la calle de Don Juan de Aragón esquina con la del Lucero, parte del medievo cuando quizás residió en este solar el arcipreste de la Seo, pasa por la desamortización de 1841 al comprarla el comerciante Domec y concluye, convertida en casa de vecindad, en un deterioro que provoca el que se declarara en ruina en 1969, comenzando un derribo que fue paralizado cuando solo quedaban las fachadas.
En 1979 el Ministerio de Cultura comienza a restaurarlo y será el empeño de Emilio Gastón, quien llega al cargo en 1987, el que logra destinar el edificio para sede del Justicia de Aragón contando con la colaboración del ayuntamiento y especialmente del concejal García Nieto. De todo ello tienen una muy acertada explicación en los capítulos de este excelente estudio que analiza la restauración que entonces hacen los arquitectos Elorza y Fernández Ramírez; explica sus dos techumbres del siglo XVI procedentes de la casa de la Caballería, sita en El Tubo; documenta la pasión del justicia Montserrat por vestir el palacio con una importante colección de arte con obras de Goya, Ruiz Anglada, Orús, Iñaki, Serrano, Cano, Viola, Saura, Arcón, Larroy, Mayayo, Carrera, Salcedo o el propio Gastón entre otros. Incluso señala las publicaciones del justicia García Vicente.
En tres capítulos con un gran aporte gráfico descubrirán este edificio, a través del magnífico libro que les recomiendo. Editado
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gracias al encomiable empeño del justicia Ángel Dolado, son sus autores el arquitecto Sergio Sebastián y el historiador Álex Garris a los que hay que agradecer este excelente trabajo y toda la información que aportan para conocer la institución y su sede.
‘EL JUSTICIA DE ARAGÓN. UN PALACIO, UNA SEDE’
La educación de las mujeres, de Claire Élisabet de Vergennes, consta de dos partes: 1) Un estudio sociolingüístico que analiza esta obra de la Condesa de Rémusat publicada por su hijo en 1824; y 2) la traducción de la obra francesa de esta dama que cohabitó con Josefina y Napoléon. La obra está precedida de un prefacio del editor, El Conde de Rémusat, quien realiza un acto de justicia con su publicación, con su madre, y con todas las mujeres, en general, pues les da una voz, silenciada en muchas ocasiones, y censurada habitualmente.
En el prefacio, el hijo-editor expone las posible razones de su madre al escribir esta obra: «Ya sea por deseo de verdad o por cálculo de felicidad, ella quiso profundizar en esos sentimientos y comprobar si la condición actual de las mujeres y la que les espera era tan desfavorable como parecían pensar: quiso saber si eran las mujeres quienes estaban equivocadas o si lo era su entorno, y esta búsqueda la condujo a la obra de la que ahora publico todo lo que ella dejó».
Por ello, esta obra es un legado en tres pasos: De la madre a su hijo; del hijo a la sociedad francesa; y de las traductoras a la sociedad hispana, y especialmente a las mujeres.
El Conde considera que «se vive en presente, pero se piensa en pasado. Se podría decir que, en general, la sociedad no sigue el espíritu de su tiempo». Esta afirmación constituye