Solo me gustan las rubias de bote. Su pelo artificial es un derroche. No engañan, no mienten.

Un siniestro en la A-55 causa retenciones en (Kate) Mos. El siniestro se produjo en el kilómetro 12 sobre las nueve menos cuarto en sentido Vigo. La modelo americana se cruzó con un siniestro y quedó tan conmovida que no pudo echar ni gota. Total, para qué quiero lubricante Total™ si tengo llubrigante a la plancha en un furancho. El siniestro ha producido que hayan perdido las alas los ángeles de Victoria. Carolina Herrera tiembla, Donna Karan pierde el sueño, Donatella se descose, Coco Chanel resucita. Valentino y Lagerfeld, tan Dolce y tan Gabanna, Armani, Gaultier, de la Renta se encarga Amancio Ortega. Un siniestro en la A-55 causa retenciones en (Kate) Mos.

Quiero ser fenomenólogo, ser filósofo de guardia, diseccionarte en un prólogo, seducirte con mi labia. Quiero ser un presocrático, un seguidor de Leucipo, morder al lobi pragmático, ver a Zenón en mi equipo. Quiero ser un pluralista, y pasar del mito al logos, doctorarme de atomista, ser arjé sin desahogos. Quiero fugarme con Rorty donde no existan esencias, chapotear en el Corte Inglés de las referencias. Quiero ser de Putnam hijo y enfrentarme con los hechos, ser de Illinois, ser prolijo en citas y en berberechos. Quiero ser Cudeiro, el chino superador de las pruebas: igual desangra un cochino que hace de los higos brevas. Quiero ser Pepe da Rosa, hermeneuta de los cuatro detectives: cosa hermosa, por eso yo lo idolatro. Más Chiquito que Domingo, más fistro que varón santo, más pecador, menos ringo rango, ni star so su manto. Quiero, en fin, darme de bruces con Lledó, Ortega y Zambrano. Con mis sombras y mis luces ser fulano, ser zutano, y permanecer tranquilo en mi barril de Sinope, no sufrir, no estar en vilo: ¡ser un obispo en la Cope!

Yo que he leído a Celine, yo que escuché a Celine Dion, leí a Celan poquitín. Yo que canté a Celia Cruz y su bemba colorá, yo que he gritado en zulú yo que he escupido a Maná.

Me he acercado a Baudrillard’s Peluqueros y Estilistas. Solo me gustan las rubias de bote. Su pelo artificial es un derroche. No engañan, no mienten, no disimulan. Son chicas farmatint, cuidan sus puntas. Rubia de bote, rubia de bote, no te voy a engañar, me gusta lo falso, tú eres simulacro.

Quiero a las rubias que son de mentira. Mejor que finlandesas, de Almería. Ni mechas ni extensiones ni pelucas. Yo quiero su ficción, solo la suya. Punk is not dead. Cuarenta años ya. Y yo qué viejo. Ante todo, mucha calma. Y de vacaciones, a las Cíes.