Sánchez-ERC

Daniel Gallardo Marín Garrapinillos (Zaragoza)

Guerra abierta a causa del ciberespionaje israelí Pegasus entre independentistas y Gobierno. Quién de nosotros en algún momento no ha hecho algún rastreo desde su móvil para ver precios de algún objeto de interés para una futura compra. Apagado el móvil, al poco tiempo vuelves activarlo, entras en Internet y la oferta que tu buscabas llenan tu pantalla. La cosa se complica aún más si por ignorancia o despiste activamos alguna aplicación que posibilita ser escuchado a través del micrófono de nuestro móvil, podemos ver nuestra localización e incluso tu propio domicilio.

Datos personales que estamos ofreciendo sin que muchas de las veces sepamos que lo hacemos y son escuchados. Todo ello sin ser acusados por ningún posible delito ni orden judicial y menos culpable de la destitución de Paz Esteban al frente del CNI. Pero cuando el espionaje llega a la política la cosa tiene tintes de más dramatismo, hasta el punto de poner en riesgo la legislatura, al menos eso afirma una de las dos partes enfrentadas por las escuchas y el principal apoyo del gobierno.

Estos no han sido investigados por ver los precios de un sofá o una prenda de ropa a través de nuestro móvil, si no por actos mas graves que van en contra de la constitución, en ese largo periodo en torno al «procés».

ERC, culpa a Sánchez y algún que otro miembro de su gobierno, y el gobierno le echa el muerto a la directora del CNI sacándola del cargo y pelillos a la mar. Total, Sánchez-ERC, «No me fío de ti pero sigo contigo».