El precio de las flores crece un 40% por la crisis y la falta de producto
Hay problemas para conseguir eucaliptos, gladiolos y algún tipo de rosa más especial El sector se reinventa para no repercutir la subida en la venta al público
El confinamiento aumentó la venta de flores y plantas, un servicio que se consideró esencial y que disparó sus ventas coincidiendo con el día de la Madre, el primero que se celebró sin poder salir de casa. Tantas horas de encierro despertó la necesidad de decorar balcones y salones y, lo que pareció algo puntual, ha acabado convirtiéndose en una costumbre para muchos. También ahora que el precio de la flor se ha incrementado entre un 30% y un 40% como consecuencia de la inflación, la crisis de los suministros y las inclemencias del tiempo. Una situación que está afectando directamente a las ventas, que han descendido ligeramente en los últimos meses.
Desde la Asociación de Floristas de Zaragoza, que estos días está más atareada de lo habitual preparando el festival Zaragoza Florece, explican que están teniendo problemas para adquirir determinados productos, como los eucaliptos, los gladiolos y algún tipo de rosa. «Estamos en los mejores meses del año porque se celebren muchas comuniones y bodas, así que no paramos de reinventarnos para poder suplir las carencias que ha provocado la falta de suministros», explica su presidente, Rubén Cebollero.
Un ingenio que se complica todavía más con la subida generaliza de los precios y que también afecta al sector. «Son muy variables y cambiantes y esta semana una flor puede estar barata y la que viene por las nubes. Pasa mucho con el girasol, por ejemplo», comenta. Así que para no repercutir estas subidas tan impredecibles en el producto definitivo buscan alternativas, otras más baratas, de colores, formas y olores similares.
«Lo que hacemos es adecuar los ramos a lo que nos piden y lo que tenemos, ofreciéndoles opciones más asequibles, así evitamos tener que subir los precios finales», explica el representante de los floristas que no pasa por alto la caída en la facturación que sufrieron el año pasado por las bodas que se suspendieron o aplazaron. La demanda fue de un 20% respecto a