Polémica por el trato de un cargo de Castilla y León a una discapacitada
Feijóo evita censurar a Gallardo (Vox) por las palabras a la diputada del PSOE «Le responderé como si fuera una persona como las demás», dijo Gallardo
o la voy a tratar con ninguna condescendencia sus faltas de respeto y le voy a responder como si fuera una persona como todas las demás», dijo el martes Juan GarcíaGallardo (Vox), vicepresidente del Gobierno de Castilla y León, a Noelia Frutos, procuradora socialista en las Cortes. Frutos tiene una discapacidad física y se desplaza en silla de ruedas.
Estas palabras recibieron ayer la censura de la mayoría de partidos, pero un silencio clamoroso por parte de la dirección del PP en esa autonomía y también del máximo líder de los conservadores, Alberto Núñez Feijóo. «No voy a hacer de comentarista de un vicepresidente de una comunidad», dijo a la prensa el político gallego. Solo apuntó que le parecían declaraciones «muy sorprendentes».
El PP pactó la composición del Gobierno castellano-leonés con
Vox y le dio la vicepresidencia y tres consejerías. Es la primera comunidad en la que comparten poder ejecutivo con la ultraderecha, aunque podría repetirse en Andalucía, si Juanma Moreno, que celebra elecciones el 19 de junio, no logra una mayoría absoluta que le permita gobernar en solitario. «La sociedad tiene que ver que esto es lo que pasa cuando [Vox] entra en el Gobierno», denunció la procuradora Frutos a la Sexta.
En su intervención en las Cortes, Gallardo defendió que la «izquierda» es el «enemigo» de las personas con discapacidad. En su opinión, el jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez, «invita» con su ley del aborto «a triturar en el vientre de las madres a quien tiene discapacidad». Gallardo, además, afirmó el lunes que su partido no permitirá que «el Gobierno de Sánchez pervierta a los niños de Castilla y León con una educación sexual, que califican de completa, a una edad impropia».
A Feijóo, que ayer tomó posesión de su escaño en el Senado, se le preguntó sobre las dos intervenciones, en torno al aborto y la «perversión» de los niños, y se escabulló sin hacer ningún reproche al político de Vox.
Mañueco también esquivó el asunto: «Yo apoyo al Gobierno de Castilla y León, que para eso soy el presidente». Y Moreno solo pidió «respeto» a todos. Únicamente el presidente del PP de Castilla-La Mancha, Paco Núñez, marcó distancias. «Esto demuestra que somos un partido distinto», aseguró.
El ministro de Presidencia, Félix Bolaños, afirmó por su parte que esas palabras son «una vergüenza» para la democracia. «Es una salvajada», denunció Gabriel Rufián (ERC). En la misma línea, el tercer partido de las derechas, Ciudadanos, por boca de Edmundo Bal, tachó de «repugnantes» las declaraciones de Gallardo, coincidiendo en el adjetivo con Íñigo Errejón (Más País).
En la rueda de prensa formal que hizo Alberto Núñez Feijóo en el Senado también aludió a la situación del catalán. El presidente del PP considera que en Cataluña se debería aplicar el «bilingüismo cordial» que él ha defendido en Galicia como líder de la Xunta y garantizar así que el 50% de las asignaturas se dan en castellano y el resto en catalán. «Eso es el equilibrio», afirmó. «Les puedo asegurar que un 25% de clases en castellano es a lo mínimo que un alumno catalán tiene derecho, lo mínimo. Si ni siquiera se acepta el 25% y ni siquiera se cumplen las sentencias, comprenderá que no estamos en un Estado de Derecho (...) Y cuando la vulneración del Estado de Derecho, que significa cumplir sentencias y leyes, tiene el beneplácito y paraguas del Gobierno [central], entonces la erosión de las instituciones del Estado se constata una vez más, [en este caso] con el pacto entre el independentismo catalán y el PSC», dijo Feijóo.
Ante la prensa, Feijóo acusó a Pedro Sánchez de permitir al PSC que se sume al texto de la ley pactado con ERC, Junts y comuns elpasado martes y que evita concretar los porcentajes. La norma concretará que el catalán «es la lengua normalmente utilizada como vehicular» en el sistema educativo y la de «uso normal en la acogida del alumnado recién llegado». Y también incluye que se tendrá en cuenta la situación sociolingüística de donde está ubicado el centro.
porque tenemos unas relaciones maduras», aseguró la embajadora, quien hizo hincapié en que Marruecos legisló sobre su frontera marítima de manera unilateral porque su proceso jurídico «estaba caducado y había que actualizarlo».
El control de los flujos migratorios es uno de los retos que se marcaron ambos países. Benyaich detalló que «el esfuerzo que hace Rabat, en el marco de la cooperación con España para el control de la inmigración, es extraordinario, porque el país tiene 3.500 kilómetros de costa» y añadió que Marruecos no es un país de tránsito, sino que es «un país de acogida». Así, señaló que es el único estado la región y del mundo árabe que cuenta con una política migratoria y asilo desde 2006, con la que ha regularizado a más de 50.000 personas.
La embajadora señaló que África presenta grandes oportunidades, con una juventud cada vez más formada y con un extenso talento que está emergiendo. «África es el futuro y España está jugando un papel cada vez más importante en la cooperación con los países africanos», concluyó.