La ley prohibirá los anuncios de prostitución
Los anuncios de prostitución tienen los días contados. La nueva ley del sólo sí es sí prohibirá esta publicidad después de que el Congreso haya incluido a última hora en el texto de la ley una enmienda para declararla ilícita. «Se considerará ilícita la publicidad que utilice estereotipos de género que fomenten o normalicen las violencias sexuales contra las mujeres, niñas, niños y adolescentes, así como las que supongan promoción de la prostitución», indica el dictamen de la ley. La norma modificará la ley general de publicidad para prohibir «cualquier forma de publicidad» que promueva la prostitución. Este cambio en la ley de publicidad suma estas piezas publicitarias a los contenidos ya considerados ilícitos, como los anuncios que presenten a las mujeres las mujeres de forma vejatoria, bien utilizando particular y directamente su cuerpo o partes del mismo como mero objeto desvinculado del producto que se pretende promocionar, bien su imagen asociada a comportamientos estereotipados que contribuyen a generar violencias machistas. Y a aquella publicidad que contribuya a generar violencia o discriminación en cualquiera de sus manifestaciones sobre menores de edad y fomente estereotipos de carácter sexista, racista, estético, homofóbico, transfóbico o por razones de discapacidad.
Junto a esta prohibición publicitaria, la norma impulsará campañas de concienciación y sensibilización para desincentivar la demanda de «toda clase de servicios vinculados con la explotación sexual». a la mayor contención social que ha provocado la pandemia. Los años con más agresiones múltiples fueron 2018 y 2019, con 67 y 87 respectivamente.
Existe además un «factor bastante estacional», dado que más del 50% se producen entre mayo y septiembre, asociadas al mayor al ocio nocturno y las fiestas populares que se producen estos meses. Más del 60% son agresiones con penetración y se observa un «aumento de la violencia», dado que en algunos casos la violación ha ido acompañada de secuestro o torturas.
Por último, en el 27% de los ataques participa algún menor de edad y muchas de las víctimas son niñas. Por ejemplo, en la violación el pasado fin de semana en Villarreal eran todos menores y uno de ellos con una edad inferior a los 14 años. «¿Qué estamos haciendo mal como sociedad para que un niño de 14 años viole?», se pregunta Atencio.
La experta en violencia sobre la mujer achaca esta situación a varios factores: el libre acceso a la pornografía, donde muchos contenidos son violentos, el «vacío de educación afectivo sexual» tanto en los