El partido cuenta 15 bajas y la cúpula cree que Allué ya trabaja para otros
➲ El sector que apoya a Aliaga considera que su salida constata que tenía «otros intereses» ➲ Los díscolos respetan su decisión y aclaran que ellos «eran, son y serán» del partido
Aunque los críticos hacían prever ayer una cascada de bajas de militantes de notables representantes del PAR, fuentes oficiales del partido confirmaron ayer que se registraron en la sede, por vía telemática, una quincena de solicitudes para desvincularse de la formación aragonesa. Entre ellas, las primeras, las de Elena Allué y otros cuatro afiliados que han tenido cargos institucionales relevantes en el partido entre la pasada y la presente legislatura. Hasta ahora, el reguero de renuncias es discreto. De momento. Porque ni los críticos ni los oficialistas descartan que puedan llegar más.
Para el sector oficialista, el que se mantiene fiel a su presidente Arturo Aliaga, el paso dado por Allué y otros ya exmilitantes como Berta Zapater, Lucía Guillén, Javier Callizo o Pepe Sanmiguel «constata que llevaban tiempo trabajando para otros intereses y para otros partidos». Estas mismas fuentes aseguran que la decisión no les ha pillado «por sorpresa» y que esta posibilidad se barajaba desde hace tiempo en el territorio.
«Esta decisión constata lo que todo el mundo sabía, que desde que conformaron la candidatura alternativa a Arturo Aliaga en el último congreso del PAR estaban trabajando para otros intereses y para otros partidos», incidieron.
Desde hace tiempo, se relaciona a Elena Allué con el PP en Aragón y, en más de una ocasión Aliaga ha denunciado que los populares estaban «pescando» en las redes del PAR para captar a nuevos alcaldes y concejales. La propia secretaria general del PP, Ana Alós, reconoció estas prácticas, aunque dijo que es algo que hacen «todos los partidos».
Más de un año y medio después del bronco congreso que le dio la victoria a Aliaga frente a Allué por una veintena de votos, en el cónclave que después tumbó el juez por «irregularidades formales» en el censo, el partido ha estallado en, al menos, tres facciones que parecen irreconciliables. Una de ellas dio ayer el paso definitivo para escribir su futuro fuera del PAR. Y cerca del PP, según entienden los que antes eran sus compañeros de filas.
En la segunda facción díscola del partido, los miembros de la Ejecutiva que se han opuesto a los postulados de Aliaga, reconocieron que la decisión de Allué y el resto de críticos no ha supuesto «ninguna sorpresa». Consideraron que su petición de baja de militancia del PAR «explica muchas de las actuaciones hasta la fecha». El secretario general del partido, Alberto Izquierdo, manifestó que solo puede «respetar las decisiones de otras personas, me parezcan bien o mal», pero aclaró que «yo fui, soy y seré del PAR toda la vida».
Y recordó que Aliaga se basó en las críticas de los diputados provinciales que han abandonado el PAR para pedir su cese como vicepresidente de la Diputación Provincial de Teruel. «Desde que Aliaga me cesó hasta el 28 de mayo, veremos quién decía la verdad. Alguien tendrá que dar explicaciones porque se basó en los diputados que ahora dejan el partido para cesarme como vicepresidente de la DPT», alertó.