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En el 80 aniversario de la decisiva batalla, Putin señala que el envío de tanques a Ucrania no frenará a sus tropas «Tenemos con qué responder», asegura
Recordar la Gran Guerra Patria –denominación que recibe la Segunda Guerra Mundial en Rusia– es conmemorar uno de los mitos más populares en el país. Y ayer, el presidente ruso, Vladímir Putin, asistió a la celebración en Stalingrado –la ciudad de Volgogrado recupera su antigua denominación seis días al año– de uno de los hitos históricos de aquella contienda global: la victoria del Ejército de la URSS en la batalla de Stalingrado. Esta semana se cumplen 80 años de la efeméride, justo en un momento en el que es vital para Moscú enarbolar el patriotismo en plena ofensiva en Ucrania.
Durante la celebración, el líder ruso dejó flores en el monumento de la Llama eterna, esa gran estatua que corona una de las colinas de la metrópoli. Después del homenaje, Putin habló ante los medios rusos presentes. «Nuevamente estamos siendo amenazados por tanques Leopard alemanes con cruces a bordo», señaló el presidente ruso, que comparó una vez más a su contrincante ucraniano con la Alemania del Tercer Reich, que usaba como símbolo la cruz gamada.
«Aquellos que esperan derrotar a Rusia en el campo de batalla aparentemente no entienden que una guerra moderna con Rusia será completamente diferente para ellos», señaló antes de añadir que «el uso de vehículos blindados no acabará con el asunto». «Tenemos con qué responder y la cosa no se limitará al uso de blindados», remachó, en unas declaraciones que podrían interpretarse como una alusión a las armas nucleares.
Homenaje
El pasado lunes los dirigentes de Rusia Unida, el partido de Putin, entregaron a los diputados de su formación en la Duma (el Parlamento de Moscú) recomendaciones para afrontar la efeméride, entre las que destacan establecer paralelismos entre «la batalla de Stalingrado y la operación militar especial», denominación oficial del Kremlin para el conflicto con Ucrania.
Victoria decisiva
La batalla de Stalingrado es una de las más conocidas y recordadas por las narraciones épicas de la Rusia moderna cuando mira hacia el pasado reciente. Fue una victoria soviética decisiva contra la Alemania nazi y el punto de inflexión en la contienda. Fue el inicio de la victoria aliada y el principio del fin del Tercer Reich.