España y la contraofensiva ucraniana
La visita a España del ministro de defensa ucraniano, no ha servido solo para agradecer a su homóloga la entrega de los primeros seis tanques Leopard 2A4 que llegarán a Ucrania antes de finales de mes. Tampoco se ha limitado a reconocer la contribución de España a la defensa de Ucrania frente a la invasión rusa con el entreno de soldados ucranianos en territorio español, o la asistencia brindada a soldados y oficiales heridos en combate. La conferencia de prensa que ambos ministros han protagonizado ha puesto de manifiesto una implicación política de España en la guerra desencadenada por
mayor de la que se suponía hasta ahora. Según Reznikov, el papel destacado que el Gobierno de jugó en la constitución de la llamada coalición Leopard contribuyó de manera significativa a vencer las reticencias alemanas a conceder el permiso necesario –como país fabricante de los tanques– para su entrega al Ejército ucraniano. No es esta una cuestión menor puesto que los Leopard suponen aumentar la capacidad de fuego del Ejército ucraniano y constituyen la punta de lanza de la contraofensiva que Kiev quiere desencadenar para recuperar territorio en el Donbás y, probablemente, parte de las costas del mar Negro y del mar de Azov que han sido ocupadas por Rusia.
Seis tanques no son nada comparados con los miles de blindados que protagonizaron algunas de las grandes batallas terrestres de la Segunda Guerra Mundial, pero el envío de los primeros Leopard por parte de varios países europeos y de Abrams norteamericanos supone un cambio sustancial en la guerra teniendo en cuenta el carácter ofensivo que tienen estos blindados, superiores a los tanques rusos actuales. Europa y Canadá tienen más de 2.000 tanques que pueden ser llevados a Ucrania, si la coalición Leopard se mantiene unidad en su ayuda al Gobierno de El mismo sentido de contraofensiva tienen las demás peticiones que Reznikov planteó a España, desde aviones Eurofighter hasta armas avanzadas que permitan combatir la presencia rusa en el mar Negro.
La transición de una guerra defensiva a otra de carácter ofensivo, destinada a recuperar territorio ucraniano ocupado por Moscú plantea preguntas a las que el Gobierno debería responder en sede parlamentaria. ¿Cuál es la naturaleza de la contraofensiva que tiene prevista Kiev y para la que necesita, entre otros, los Leopard? ¿Se trata de recuperar el territorio del Donbás o de ir más allá, introduciendo Crimea en la ecuación? ¿Cómo se combina esta legitima contraofensiva con la necesaria búsqueda de un acuerdo que ponga punto final a la agresión rusa y que sea aceptable por las dos partes? Si los tanques sirven para ello, y para evitar más muertes y destrucción a manos de las milicias de Wagner, bienvenidos sean. En estas condiciones, es probable que la opinión pública española apoye su envío a Ucrania, aunque ello suponga una mayor implicación española en el conflicto. Sin embargo, si el mayor esfuerzo que el Gobierno de Kiev pide a España y a otros países europeos no se inscribe en una perspectiva de final del conflicto, puede las sociedades europeas no soporten una contienda sin fin.