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La dirigente de Sumar deberá medir a qué fuerza apoya en la Comunidad de Madrid o la Comunidad Valenciana Su ausencia (o presencia) puede frustrar gobiernos clave =
Yolanda Díaz va desvelando sus planes de a poco. Prácticamente con días o semanas de antelación. La vicepresidenta segunda y líder de Sumar lleva siguiendo esta estrategia desde que obtuvo de manos de Pablo Iglesias el cetro de mando de Unidas Podemos. Hasta que no está a las puertas, y puede analizar bien la situación, no da a conocer su siguiente paso. Logra, muchas veces, el efecto sorpresa, pero hasta en su equipo más cercano admiten que también genera «incertidumbre». Justo eso, incertidumbre, es la sensación que se extiende entre las formaciones a la izquierda del PSOE a la espera de Díaz decida dónde y por quién hará campaña electoral para el 28-M, dada la fragmentación del espacio en más de 14 candidaturas diferentes. Más aún en aquellos territorios como Madrid, Valencia o Baleares donde su ausencia (o presencia) puede frustrar gobiernos clave.
Siempre que se le pregunta, la líder de Sumar evita pronunciarse sobre sus planes para la campaña electoral, alegando estar centrada en su proyecto y recordando que su plataforma no se presenta a los comicios autonómicos y locales. Aun así, en alguna ocasión ha deslizado que acudirá a aquellos territorios en los que haya unidad. El problema es que estos son escasos y prácticamente en ninguno de ellos la izquierda se juega el Gobierno. El quid de la cuestión está en Madrid, donde compiten Unidas Podemos y Más Madrid e Isabel Díaz Ayuso podría lograr la mayoría absoluta; o en el Ayuntamiento de Valencia, a donde se presentan Unidas Podemos y Compromís, y el cuál podría ganar el PP.
Problema doble
Todas las formaciones llamadas a unirse a Sumar en las elecciones generales han pedido en público o en privado a Díaz que de respaldo a sus candidatos para el 28M. Podemos ha sido uno de los más insistentes. El problema que esto le causa a la vicepresidenta es doble. Por un lado, cualquier gesto de apoyo a un partido podría desatar un terremoto interno que a la larga afectara a la construcción de Sumar. Por otro, si no se implica en campaña, la izquierda podría ceder go
Incertidumbre
La vicepresidenta Díaz, el pasado jueves. -
Podemos ‘borra’ de su fiesta a tres territorios rebeldes
Podemos da el pistoletazo de salida a la carrera electoral del 28 de mayo este sábado en Zaragoza en su Fiesta de la Primavera con un gran mitin donde estarán la mayoría de candidatos autonómicos, y al que desde no se ha invitado a los de Navarra, Extremadura y Asturias; tres territorios que se han desmarcado en los últimos tiempos de las tesis de la dirección estatal y que se han mostrado públicamente a favor de Yolanda Díaz. Fuentes oficiales de Podemos confirmaron que estos territorios no han sido invitados al acto central. Aseguran que le motivo es puramente técnico, para evitar que la cita se alargue demasiado. Si embargo, y a pesar del ‘veto’, Podemos Navarra acudirá al acto «como no puede ser de otra forma», aseguró su coordinadora y candidata a la presidencia de Navarra por Contigo Navarra, Begoña Alfaro.
biernos clave a la derecha.
En el tablero electoral, la Comunidad de Madrid se sitúa como uno de los territorios clave y más complejos de administrar para Díaz. Unidas Podemos, coalición con la que la vicepresidenta logró llegar al Gobierno, y Más Madrid competirán en las urnas después de que la líder de estos últimos, Mónica García, cerrara la puerta a cualquier pacto. García, al frente del bloque de la oposición en la Asamblea de Madrid, es muy cercana a la vicepresidenta, por lo que no parecería extraño que esta la apoyase en campaña.
Sin embargo, este gesto podría hacer decantar la balanza entre las dos formaciones, causando una fractura interna y, sobre todo, pudiendo provocar que los morados –con sondeos a la baja– queden fuera de la Asamblea de Madrid, lo que favorecería que Díaz Ayuso logre gobernar con mayoría absoluta.
Una situación a la inversa se da en el Ayuntamiento de Valencia, actualmente gobernado por el dirigente de Compromís, Joan Ribó, y donde el PP estaría muy cerca de lograr la mayoría el próximo 28M. La presencia de Díaz podría ser un revulsivo para activar al electorado de izquierda, pero la pregunta que se hacen en el entorno de la vicepresidenta es por qué formación hacer campaña: Unidas Podem o Compromís. Un caso similar ocurre en Baleares, donde gobierna la socialista Francina Armengol con Unidas Podemos y Més per Mallorca, gracias a apoyos externos y sin tener la mayoría. Nuevamente, Díaz debería decidir entre una de estas dos fuerzas.
Sitios tranquilos
No todo son quebraderos de cabeza para la líder de Sumar. Hay cuatro comunidades donde la gran mayoría de las fuerzas a la izquierda del PSOE se han concentrado en una sola lista: Cantabria, Castilla-La Mancha, Extremadura y Navarra. En las dos primeras, los morados se quedaron fuera de los respectivos parlamentos autonómicos en 2019, por lo que el empujón de Díaz podría hacerles volver a las instituciones. Aun así, uno de los lugares más cómodo para la vicepresidenta será Navarra, donde se ha conformado una coalición entre Podemos, IU, Equo, Alianza Verde y Batzarre. A nivel local, podrá acudir a Málaga, Sevilla o Córdoba, donde Podemos, IU y Más País han cerrado pactos.
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