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La guerra en el este de Europa VALERI TSEPKALO Líder de la oposición en Bielorrusia
El tribunal regional de Minsk, en Bielorrusia, ha condenado al opositor Valeri Tsepkalo (Grodno, 1965) a 17 años de prisión por el delito de cohecho a gran escala para beneficiarse a sí mismo y a su familia. Además de la condena en una prisión de alta seguridad, la Justicia priva también a Tsepkalo del derecho a ocupar cargos administrativos en organismos públicos. Este líder de la oposición en la pequeña exrepública soviética ya fue vetado por la Comisión Electoral a presentarse como candidato en las presidenciales que se celebraron en su país en 2020. Su esposa, Verónika, formó parte de la triada de mujeres, junto con Sviatlana Tsikhanoúskaya y Maria Kolesnikova, que retaron al presidente Aleksándr Lukashenko en aquellos comicios, y cuyos resultados manipulados desencadenaron una grave crisis política, no resuelta casi tres años después.
¿Cómo ha recibido la condena?
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– Es evidente que se trata de una sentencia política. Es la respuesta de Lukashenko a mi decisión de ser candidato. Pero aquí es Lukashenko el criminal, porque ha cometido crímenes contra la humanidad contra los bielorrusos, cuando murieron decenas de personas en las protestas y se practicaron torturas en las cárceles. Son actos propios de un Estado terrorista. No tengo nada que comentar.
Bielorrusia ha desaparecido de las noticias. Sin embargo aún tiene un papel fundamental en la guerra de Ucrania.
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–Es cierto. Y lo que es peor, muchos actos de Lukashenko son asociados a los bielorrusos. Pero Bielorrusia no es Rusia. En 2020, todo el mundo vio cómo los bielorrusos salieron a la calle contra el régimen. Por esto los bielorrusos no deben ser asociados con el Gobierno. La comunidad internacional debería entender que si el Estado bielorruso no participara en la agresión a Ucrania, tragedias como la de Bucha o Irpin (cerca de Kiev) quizás no habrían sucedido, porque el ataque contra la capital (al principio de la guerra) se lanzó desde Bielorrusia. Además, los ucranianos podrían dedicar más fuerzas en el este para liberar Donetsk y Lugansk, y no tener desplegadas en el norte
«A Putin no se le puede sacar del Kremlin. Pero con Lukashenko es bastante fácil»
«Si se logra la liberación de los presos políticos, cambia totalmente la atmósfera política»
Valeri Tsepkalo atiende a los medios. unidades ante la amenaza de otro ataque. Estratégicamente, Bielorrusia juega un papel importante.
¿Qué acciones debería emprender la comunidad internacional contra Lukashenko?
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– Hay que abrir un caso criminal en la Corte Penal internacional de la Haya contra Lukashenko por crímenes contra la humanidad. Él mismo se ha reconocido culpable, en ocasiones, de varios delitos, incluyendo el asesinato de oponentes. Crisis como la de inmigrantes en 2021 se produjeron bajo sus órdenes directas. Putin es un presidente reconocido por la comunidad internacional, pero Lukashenko no es reconocido por la mayoría de países del mundo.
¿Por qué cree que sería más fácil sacar a Lukashenko del poder?
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– A Putin no se le puede sacar del Kremlin. Pero en el caso de Lukashenko es bastante fácil. Vive a 160 kilómetros de Lituania. Además, Putin tiene un entorno fiel formado por hombres que se hicieron ricos gracias a él. En cambio Lukashenko ha tenido 10 primeros ministros, 10 ministros del Interior, nueve directores de los servicios secretos... A todos los acaba destituyendo para que no adquieran autoridad. Esto crea condiciones para que (Occidente) colabore con la élite bielorrusa, incluyendo el propio arresto.
¿Qué más medidas plantean?
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– El segundo punto que planteamos es un ultimátum a Minsk para exigir la liberación de los presos políticos, que incluya el cierre de las comunicaciones ferroviarias para mercancías. Calculamos que el 4% del comercio chino con la UE atraviesa territorio bielorruso y si el bloqueo se impone, se va a crear un conflicto entre Lukashenko, Pekín y Moscú. Durante la crisis de inmigrantes en 2021, nunca funcionó la diplomacia, y Lukashenko percibía las llamadas de (Angela) Merkel como síntoma de debilidad. Pero cuando los polacos cerraron dos días el movimiento de vehículos, se formaron colas de cientos de kilómetros y la crisis de migrantes se solucionó. Si se logra finalmente la liberación de los presos políticos, cambia totalmente la atmósfera política en Bielorrusia.
Haría falta algo más?
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– El tercer punto es la celebración de elecciones online. Es evidente que no se pueden realizar sobre el terreno, pero sí a través de las nuevas tecnologías, para crear una institución legítima a ojos de los bielorrusos que pueda facilitar la transición del poder.
Rusia ha desplegado armas atómicas tácticas en Bielorrusia. ¿El Ejército de su país va entrar en guerra?
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– El Ejército de Bielorrusia no quiere entrar en la guerra de Ucrania, y Putin y Lukashenko no se fían. Bielorrusia, como país, no puede obtener ninguna ganancia territorial a costa de Ucrania. La frontera occidental común está ocupada por pantanos y solo hay mosquitos, la oriental es territorio contaminado por la catástrofe de Chernóbil. Putin y Lukashenko temen que si ordenan al Ejército bielorruso entrar en Ucrania, lo que harán será entregar la armas, y cambiarse de bando.
Todo el mundo identifica a Sviatlana Tsikhanoúskaya como la líder de la oposición. Sin embargo, ustedes ofrecen una alternativa ¿Qué relaciones mantienen con ella?
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– El mandato que los bielorrusos dieron a Tsikhanoúskaya fue muy limitado. Tras vetarnos a los demás candidatos, Lukashenko permitió que ella participara en las elecciones porque pensaba que no representaba una amenaza real. Está claro que carece de experiencia política. El programa de mínimos que fijamos con ella para apoyarla era celebrar nuevas elecciones y liberar a los presos políticos. Recientemente, en EEUU, ella propuso, para lograr la liberación de los presos, que los estadounidenses les escribieran cartas. Con estrategias como esta no vamos a lograr nada.
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