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La media anotadora con el valenciano (1,2 tantos por partido) duplica la que atesoraba el riojano (0,6)
La goleada es evidente. El Zaragoza de Escribá se está mostrando muy superior al de Carcedo tanto en resultados como en sensaciones. Y la principal diferencia entre ambos reside en la capacidad goleadora del equipo bajo el mando de uno y otro entrenador. Mientras que el Zaragoza de Carcedo sufría un grave problema realizador que le llevó a ser incapaz de perforar el marco contrario en nueve de los 15 encuentros dirigidos por el riojano (el 60% del total), las cosas han mejorado mucho con Escribá en ese apartado, ya que, con él al mando, el equipo no ha encontrado la senda del gol en un tercio de los choques (7 de 21).
Así que la progresión es evidente. El Zaragoza de Escribá llega más y mejor, como lo demuestra el hecho de que ya acumula seis encuentros consecutivos viendo puerta. Pero, sobre todo, la evidente evolución queda de manifiesto al advertir que la media realizadora del Zaragoza de Escribá duplica la que tenía el equipo cuando el banquillo estaba ocupado por Carcedo. Con él, el conjunto blanquillo apenas marcaba 0,6 tantos por partido, mientras que la goleada endosada el sábado al Racing ha elevado la media realizadora actual hasta situarla en 1,2.
En La Romareda, el gol ha dejado de ser un extraño. El Zaragoza ha marcado en los cuatro últimos partidos que ha disputado en su feudo, en los que ha acumulado un total de nueve dianas ante rivales situados en la zona alta de la clasificación (1-0 al Granada y 1-1 frente al Albacete) o adversarios inmersos en su misma lucha. En este caso, los aragoneses han solventado los compromisos con sendas goleadas (3-0 al Leganés y 4-1 contra el Racing).
Sin duda, la recuperación de Iván Azón ha contribuido decisi