China se ofrece para mediar entre palestinos e israelís
Para vecinos que no se han hablado en años o se zurran sin mesura, ahí está China. Esta semana se ha postulado como mediadora en el conflicto palestino-israelí tras haber acercado el mes pasado a Arabia Saudí e Irán y mientras intenta callar las armas en Ucrania. No para la diplomacia china tras el paréntesis pandémico, tan atareada con la romería a Pekín de líderes internacionales como en solucionar los pleitos globales. Del frenesí se encarga Qin Gang, nuevo ministro de Exteriores. Ayer desveló que China se ofrece para apadrinar las negociaciones tras haber telefoneado por separado a su homólogo palestino, Riyad alMaliki, y al israelí, Eli Cohen.
Al segundo le animó a mostrar «coraje político para recuperar las conversaciones de paz» y le comunicó que Pekín «está deseosa de facilitarlas», según comunicado del Ministerio de Exteriores chino. Al primero, también se ofreció para desempeñar un «rol activo». Los contactos llegan en un uno de los cíclicos picos de tensión
El titular de Exteriores chino contacta con los ministros de ambos países
por los arrestos y muertes de las últimas campañas militares de Israel. Arabia Saudí, que busca recuperar su sintonía con esta, dijo que los choques en la mezquita Al Aqsa de Jerusalén entorpecen el camino a la paz.
Qing aclaró que China carece de «intereses propios» en el asunto y que espera que israelíes y palestinos puedan «coexistir de forma pacífica y mantener la paz y estabilidad regional». Ambos agradecieron el esfuerzo. Cohen añadió que «parece complicado» resolver el problema en «un plazo corto», que Israel estima la gran influencia de China y que espera que intervenga en el programa nuclear iraní. Maliki juzgó que el acuerdo entre Teherán y Riad presenta a China como «una potencia responsable».
Aquel movimiento que cogió a todos por sorpresa marca el camino. Irán y Arabia Saudí aceptaron en Pekín recuperar sus lazos diplomáticos tras años dándose la espalda.
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