El Periódico Aragón

España busca salir de la cola europea del alquiler social ante el 28M

El arrendamie­nto, aunque crece, solo llega al 17% de las viviendas El papel de las administra­ciones públicas en esta área va a menos

- AGUSTÍ SALA

El Gobierno se está volcando en este último tramo de la legislatur­a en potenciar el acceso a la vivienda, justo en vísperas electorale­s. De ahí el pacto con EH Bildu y ERC para sacar adelante una de las leyes señeras de esta legislatur­a, a la que acompañan anuncios como la movilizaci­ón de 50.000 inmuebles para vivienda social, en la que España está a la cola en la UE. Y ayer anunció la financiaci­ón de 43.000 viviendas de alquiler asequible. Porque ya incluso alquilar se pone difícil para los jóvenes. Estas son algunas claves:

¿Qué peso tiene el alquiler en el mercado inmobiliar­io?

España es un país de propietari­os. Aunque el arrendamie­nto gana peso supone aún apenas 17 de cada 100 viviendas. A 1 de julio de 2021, el 15,9% residía en una vivienda de alquiler, porcentaje que supera en 2,4 puntos al del censo de 2011, que fue del 13,5%, mientras que el 75,2% residía en vivienda de propiedad, frente al (78,9% en 2011).

¿Qué factores influyen en la compra o alquiler?

En los últimos años ha resultado más barato comprar una vivienda que alquilarla como consecuenc­ia de unos tipos de interés históricam­ente bajos, dejando al margen la entrada. De hecho hasta abril de 2022, el euríbor, la referencia que se emplea para actualizar las hipotecas variables, permaneció en negativo seis años, y aunque al sumarle el diferencia­l pactado con el banco el tipo salía positivo, era muy bajo y la cuota para ser propietari­o era más baja que la media de un alquiler. Hasta que el Gobierno decidió, tras la es

calada de los precios, poner un tope del 2% al aumento de las rentas, que se ha alargado hasta diciembre y que se incluye en la ley de vivienda acordada con ERC y EH Bildu y que será del 3% el año que viene a la espera de una referencia que las desvincula­rá del IPC en 2025. Medidas que para los inquilinos se quedan cortas y para las inmobiliar­ias, restringir­án la oferta.

Antes de poner el tope, los alquileres estaban subiendo casi el 8% cada año. De hecho, la cuota mensual para una hipoteca-tipo, de unos 150.000 euros, un diferencia­l del 1% y un plazo de 24 años, era en marzo del año pasado de 540,14 euros. La media mensual del alquiler (estatal, es muy variable) de un piso de 100 metros era, en marzo de ese mismo año 2022, de unos mil euros. Hoy está en unos 1.100 euros, según Idealista.

¿Puede cambiar la subida del precio del dinero las tendencias?

El aumento de los tipos interés afecta a quienes tienen hipotecas a interés variable y, sobre todo, a los que están en el primer tercio del plazo de amortizaci­ón del préstamo, que es cuando se pagan esencialme­nte intereses, más que capital. También encarece las nuevas hipotecas, especialme­nte las de tipo fijo. En todo caso, el problema es que la escasa oferta de alquiler encarece la oferta y sitúa esta en niveles a los que no pueden acceder las familias de rentas bajas. Casi medio millón de los hogares que están de alquiler destinan más del 40% de sus ingresos a pagar la renta.

¿Cuál es el papel del sector público?

El rol público en el mercado inmobiliar­io ha sido menguante. En los años 80 del siglo pasado, casi la mitad del mercado era vivienda social, pero con los años se ha ido desplomand­o hasta situarse en el 2,6% en la actualidad. Y se trata de una cota que relega al país a la cola en el conjunto europeo.

 ?? LUIS TEJIDO / EFE ?? Un encofrador trabaja en unas viviendas sociales, anteayer, en Bilbao.
LUIS TEJIDO / EFE Un encofrador trabaja en unas viviendas sociales, anteayer, en Bilbao.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain