España ‘aflora’ 100.000 parados de enero a marzo
España arrancó con malas estadísticas el 2023, al contrario de lo que ha ocurrido en Aragón. A nivel nacional, se ha producido un brusco y especialmente intenso repunte del paro y pese a la moderada destrucción de ocupación. El primer trimestre cerró con 3,1 millones de personas desempleadas, 103.800 más que durante el trimestre anterior, lo que deja el peor dato desde la irrupción del covid y un incremento propio de los últimos coletazos de la Gran Recesión.
Con permiso del funesto primer trimestre del 2020, cuando el confinamiento provocó un terremoto sin precedentes, España no registraba un aumento del paro tan acusado desde 2013. La principal diferencia es que entonces la tasa de desempleo era del 27% y hoy es del 13,3%, según los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) publicados ayer por el INE.
Uno de los motivos que explican ese especialmente intenso repunte del desempleo que convive con una tenue destrucción de ocupación es el repunte de la población activa, es decir, hay más gente dispuesta y en edad de trabajar que en años anteriores, aunque el mercado laboral todavía no ha podido absorberlos. (0,01%) en tasa anual, pero se recupera el terreno positivo tras haber encadenado dos trimestres consecutivos de caídas. Así, el número de activos alcanza las 649.300 personas, 4.600 más respecto al cierre de 2022.
La estadística de la EPA muestra también una mejora de la estabilidad del empleo cuando se cumple justo un año de la entrada en vigor de la reforma laboral tras un periodo transitorio de tres meses. En un año, la temporalidad entre los trabajadores asalariados se ha reducido en casi seis puntos y medio, del 23,3 al 16,9%. En España desciende del 24,2% al 17,3%. El problema no ha desaparecido, ya que la media europea sigue siendo inferior, pero se trata del nivel de eventualidad más bajo de la estadística disponible.
En este capítulo, los datos oficiales vuelven a sacar los colores al sector público, con una tasa de temporalidad del 31,8% en Ara