Se reivindican
Y se repiten otros históricos como los equipamientos municipales, la vivienda y la movilidad
Fleta, pero «falta vivienda». «Los jóvenes no tiene alternativas para quedarse, no pueden pagar 200.000 ó 250.000 euros por unos pisos viejos que necesitan ser rehabilitados, por lo que buscan vivienda más económica en otros barrios», explican desde la Asociación de Vecinos San José. «Llevamos años proponiendo el suelo de Alumalsa», recuerdan. Unos suelos que están protagonizando un continuo rifirrafe entre el Gobierno de Aragón y el ayuntamiento.
La más conocida en este barrio es la línea de alta capacidad esteoeste. Una necesidad «histórica» que lleva años apareciendo en los programas electorales de unos y otros y que vuelve a los del 28M, aunque de una forma bien distinta y enfrentando a los dos modelos
y al oeste de la ciudad coinciden en pedir la línea 2 del tranvía
de movilidad: la línea 2 del tranvía frente a autobuses de alta capacidad.
Esta petición, la de la línea 2, se repite en otros barrios situados en el eje este-oeste de la ciudad, como Delicias, Las Fuentes y también Torrero. En el primero de estos distritos, además, tienen claro cuál debería ser el recorrido de los urbos. «Partiendo de los Enlaces, debería pasar por la avenida Madrid, Conde Aranda, César Augusto, Puerta del Carmen, paseo Pamplona, y bajar por Constitución para llegar a Las Fuentes y San José», explican desde la Asociación de Vecinos de Delicias.
El representante vecinal admite que el tranvía debería llegar a través de un ramal hasta la estación Delicias –«es fundamental», dice–, pero la avenida Madrid es la opción predilecta por la asociación puesto que es ahí donde se concentra una mayor densidad de población, por lo que estaría al alcance de más vecinos.
Pero esta no es la única reclamación del distrito de Delicias, el más grande de la capital aragonesa. Sus vecinos piden, en primer lugar, que los responsables municipales tengan en cuenta el plan de barrio que desarrollaron las entidades vecinales hace cuatro años y al que los políticos no le han prestado mucha atención. «Ahí recogemos todo», cuentan.
Las reclamaciones de Delicias no solo van dirigidas al Ayuntamiento de Zaragoza. Piden invertir en la reforma de algunos colegios del barrio y aprovechar la pastilla del Portillo para construir uno nuevo, donde también podría ir una biblioteca que diera servicio a todo el barrio, puesto que las que hay y las salas de estudio están «siempre a tope».
Más allá de la reforma de la avenida Navarra, un «proyecto de ciudad, no del barrio», los vecinos piden que se impulse de nuevo la ampliación del centro cívico haciendo uso del espacio de la antigua marisquería.
Mientras, en Las Fuentes / siguen reclamando más atención. La limpieza y el mantenimiento de sus calles y aceras suele ser una de las demandas que más repiten los vecinos. Y en Torrero, la lista de reclamaciones tampoco es corta. «Se han conseguido cosas, como la puesta en marcha del comedor social en el centro cívico de Torrero, pero faltan muchas», señalan los vecinos de La Paz. Una de las principales peticiones es el mantenimiento de las zonas verdes. «El parque de La Paz está completamente abandonado. Y nos pusieron el jardín japonés, que costó un dineral, contra la voluntad de los vecinos. Y mientas las riberas del Huerva siguen como siguen y están clausurando alcorques», cuenta. Eso sí, las protestas vecinales han conseguido que el consistorio se comprometa a plantar árboles en un centenar de huecos que iban a ser llenados con cemento.
En Torrero los vecinos también piden que se habilite un espacio abierto al barrio y con multitud de usos en la antigua cárcel, okupada desde hace años. Y es que la falta de equipamientos es precisamente una de las constantes en la lista de reclamaciones de los barrios. En el distrito Centro, por ejemplo, los habitantes están ya pendientes del derribo del antiguo colegio Jesús y María para dar lugar a nuevos edificios municipales.
Y no podía faltar en esta lista de lamentos y demandas una de las zonas más degradadas de la ciudad, el entorno de Zamoray-Pignatelli, donde Urbanismo asegura que ha puesto sus esfuerzos con la compra y expropiación de solares y la puesta en marcha de un plan especial que, por el momento, no calma las reivindicaciones vecinales. «Aquí no se ha hecho casi nada. Conforme se han ido viniendo abajo los edificios se ha ido actuando. Pero falta limpieza, falta que la Policía Local actúe de oficio, faltan papeleras, falta civismo, falta un equipamiento deportivo más allá de las piscinas que ya hay», critican desde la Plataforma de Afectados del Gancho y Pignatelli.
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