Morant destaca la labor científica que se realiza desde Graus y Benasque
➲ Los dos centros científicos oscenses son todo un referente turístico en España
El Centro de Ciencias Pedro Pascual en Benasque , y el Centro de Investigación y Experimentación en Truficultura (CIET), en Graus, son para la provincia de Huesca un referente en investigación científica, ámbito industrial e I+D+i. Un recorrido por el que pasó este fin de semana la ministra de Ciencia e Innovación, Diana Morant.
El Centro de Ciencias Pedro Pascual fue testigo de grandes avances en tres décadas de funcionamiento, como la creación de Internet o el descubrimiento del genoma humano. Además, la institución es pionera en el medio rural de España en el estudio y la investigación del futuro científico y tecnológico.
El presidente de la DPH, Miguel Gracia, resaltó que es un organismo que «sitúa a la provincia de Huesca en el mapa mundial» y, al mismo tiempo, demuestra que no todo tiene que estar en las grandes ciudades, sino que se debe apostar por modelos de descentralización de instalaciones y servicios que supongan un reequilibrio territorial.
Un modelo único hasta ahora en España por su lucha contra el reto demográfico en el medio rural. Por ello, está reconocido en toda Europa, así como en Estados Unidos y Japón, y se ha convertido en un centro de atracción del turismo especializado.
TRUFICULTURA$ El otro centro de interés que al que acudió Morant fue el Centro de Investigación y Experimentación en Truficultura en Graus.
Una institución que se sitúa, desde su creación en 2009, como principal punto de interés en España para el estudio del hongo. Esta vinculación con el sector agroalimentario y con el personal investigador también han dinamitado la economía de la villa y de su entorno. Actualmente, el 90 por ciento de la trufa aragonesa y ribagorzana se exporta fundamentalmente a Francia. Una cantidad que crece en las 1.500 hectáreas de cultivo del CIET gracias a la implicación de los 400 truficultores.
Entre los principales servicios que se prestan desde el CIET, destaca el asesoramiento a truficultores, el análisis de trufas, el de plantones micorrizados; la detección de micorrizas de Tuber melanosporum en plantaciones y la evaluación del estado de micorrización de las mismas, así como labores de formación y de investigación aplicada.
Aunque el trabajo del centro alcanza a mucho más proyectos de alcance supranacional. Es el caso de H2020 Intact, una iniciativa que promueve el intercambio temporal de personal investigador entre 17 entidades beneficiarias, como son el propio CIET, el Centro de Innovación y Tecnología Agroalimentaria (CITA) y la empresa grausina Aragotruf, dedicada a los productos trufados. =