Geimer vuelve a exculpar a Polanski
«Él ya pagó por mi violación y no debería ir a la prisión», asegura
El año 1977, el director de cine Roman Polanski fue acusado de violar a una menor de 13 años, Samantha Geimer, que por aquel entonces iniciaba su carrera como modelo. El realizador, que tenía 43 años entonces, llevó a la joven a casa de su amigo el actor Jack Nicholson, donde le administró alcohol y estupefacientes para posteriormente abusar sexualmente de ella.
Los cargos iniciales impuestos contra el director fueron desestimados a cambio de que este se autodeclarara culpable de tener relaciones sexuales ilícitas con una menor y aceptara una condena de 90 días de prisión. Pero cuando se enteró de que se enfrentaba a cargos adicionales y a una posible nueva condena, Polanski, que tenía un permiso para terminar el rodaje en el que estaba trabajando, voló a Londres y después a Francia, país donde tiene nacionalidad, para evitar ser extraditado a Estados Unidos. Desde entonces no ha vuelto a pisar suelo norteamericano, a pesar de los reconocimientos que instituciones como la Academia de Hollywood han continuado concediéndole, entre ellas, un Oscar en 2003 por su película El pianista.
Desde entonces, Geimer se ha pronunciado varias veces en apoyo de Polanski, que tiene 89 años ahora, asegurando que ella «no es una víctima y que lo ocurrido nunca fue un problema», pero sí la ha atormentado tener que recordar aquello durante toda su vida. Ahora, en un artículo publicado por la revista francesa Le Point, ha vuelto a salir en su defensa, y esta vez lo ha hecho en una conversación con Emmanuelle Seigner, la mujer del director y actriz de alguna de sus películas.
«Quiero ser muy clara. Lo que sucedió nunca fue un gran problema para mí. Ni siquiera sabía entonces que era ilegal, que alguien podría ser arrestado por ello. Estaba bien y sigo estando bien. Pero el hecho de que sigamos de esto tantos años después pesa terriblemente», asegura Geimer.
Seigner, por su parte, explica en el artículo: «Recuerdo la década de los años 70, en el momento en que estaba empezando a trabajar, el sexo era recreativo y a veces transaccional. Me convertí en modelo a los 14 años. Todas las chicas se acostaron con los fotógrafos y yo no fui la excepción. El sexo era algo normal, un aspecto natural de la vida. No había todo este drama, toda esta oscuridad que rodea al sexo ahora».
Geimer continúa: «El deseo femenino ha sido negado, aniquilado. Es triste para las mujeres, pero especialmente para las más jóvenes. Imagínate llegar a la edad adulta en esta era, me parece espantoso. No veo qué tiene de feminista reivindicar el victimismo».
En una entrevista con el medio especializado en cine IndieWire, en 2018, Geimer describió su encuentro sexual con Polanski fue una «violación». Y sostuvo que el cineasta se había hecho responsable de sus acciones. «Me escribió una carta escrita a mano y dijo: ‘Lo siento, fue culpa mía y lamento lo que pasaste’. Sentí que se arrepintió de ello cuando le arrestaron. Durante toda mi vida supuse que lo lamentaba y yo no lo creía necesario. Pero cuando me envió esa disculpa, me di cuenta de que marcó una gran diferencia para mi madre, mi esposo, mis hijos y algunos de mis amigos».
Por eso dice que es momento de pasar página, porque Polanski ya cumplió su condena. «Yo no quería que fuera a la cárcel, pero lo hizo y fue suficiente. Pagó su deuda con la sociedad. Fin de la historia. Hizo todo lo que se le pidió hasta que la situación se volvió loca y no tuvo más remedio que huir. Su intento de extradición fue injusto y contrario a la justicia. Cualquiera que piense que merece estar en prisión se equivoca», asegura.
El hecho, reconocido por el propio Polanski, es que se acostó con una menor de 13 años después de darle drogas. A lo largo de los años, otras cuatro mujeres han denunciado al cineasta por abusar de ellas cuando eran menores.
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«Quiero ser muy
clara. Lo que sucedió nunca fue un gran problema para mí», afirma la modelo