Inesperada y memorable
La noticia se supo hace unos días. Es una de esas informaciones del todo intrascendentes que nos hacen sonreír un poco y despiertan, en general, buenos sentimientos. Hace 13 años, una chica que hacía rafting por el río Colorado perdió una cámara digital de la marca Olympus. Tenía las fotos que había hecho con los amigos mientras bajaba por los rápidos con una barcaza (quizá no sea la mejor idea del mundo, dicho sea de paso, la de tomar fotos mientras tratas de no chocar contra las rocas) y también la tarjeta de memoria donde se almacenaban recuerdos de Coral Amayi, la chica que entonces tenía 22 años y disfrutaba de fiestas, despedidas de solteras, encuentros familiares y escenas bucólicas con perros. Todo aquello, escenarios y personas, desapareció para siempre. Se difuminaron los recuerdos, los amigos se hicieron mayores,
Con el retorno de lo intrascendente y olvidable la pura memoria se convierte justamente en afán de comprensión
los perros murieron. Hasta que un pescador de salmones, 13 años después, mientras limpiaba el cauce y la orilla del Colorado, cerca de Durango, tropezó con un trasto enfangado y oxidado, casi unos restos arqueológicos de origen incierto. Era la Olympus de Coral. Spencer Greiner, el pescador, pudo recuperar la tarjeta y su interior, intactos, e hizo que corrieran las imágenes de fiestas, despedidas de solteras, encuentros familiares y escenas bucólicas con perros hasta que la propietaria se dio cuenta de que eran las fotos que ya había olvidado. Se emocionó, sobre todo cuando pudo acceder a los momentos tiernos de la perrita, se llamaba Zona, que ahora ya está muerta.
Este redescubrimiento repentino de los instantes extraviados es lo contrario de lo que decía Susan Sontag en referencia al paisaje: «No exige comprensión ni adjudicaciones de trascendencia, ni ansiedades y simpatías». Para Sontag, la contemplación es olvido de uno mismo. Con el retorno de lo intrascendente y olvidable, que ya no era recordado porque no había testigos, la pura memoria se convierte justamente en afán de comprensión, necesidad de elevar lo trivial y vacuo a un episodio inesperadamente memorable.
= *Periodista.