«El perdón es importante y necesario»
«El tiempo lo cura todo si sabes cómo hacerlo». A esa conclusión ha llegado con el paso de los años V. L. A., un hombre de 37 años que durante el Bachillerato sufrió acoso escolar. Asegura que perdona pero no olvida porque si no lo hubiera hecho «entras en un bucle de víctima y verdugo» y hay que saber gestionar la situación. Por eso, insiste en la necesidad del perdón «también para uno mismo», aunque a él le costó «mucho saber lo que tenía que hacer».
Recuerda cómo y cuándo sucedió todo: Fue en el instituto, durante 1º y 2º de Bachillerato. «Yo era bueno, excesivamente bueno» y un compañero «comenzó a insultarme, a decirme cosas y ahí empezó el proceso». El acoso fue a más, escribía cosas en la pizarra, durante el viaje de estudios «se mofaban y todo de forma contiperar nua», cuenta. Entró en shock con esa relación «víctima- verdugo», con el que se encontraba todos los días en el instituto. «No estaba centrado, suspendí», explica.
El acosador tenía sus acólitos, que le seguían en el acoso, «los acompañantes». En cuanto al resto de compañeros, «había de todo. Era una clase dividida, unos pasaban, otros lo veían y se ponían enfrente pero les decía que no le importaba pegar a quien sea». También hubo quien miró hacia otro lado.
En un momento dado, hubo casi un acto de violencia física, «me fueron buscando» pero se encontraron con otro «más grande y más fuerte, que me defendió». Entonces, su familia, que le ha ayudado en todo momento, le apoyó, hablaron con el centro y con la familia del acosador, que le sacó la cara.
«No hay que pasar ni una, y denunciar siempre» pero se puede sucon «tiempo», asegura y reclama «contundencia antes los casos, sobre todo en los centros escolares», aunque también reconoce que ahora «han cambiado mucho las cosas» y se es más consciente del problema que cuando él lo padeció, allá por 2002.
Al acosador se lo ha encontrado un par de veces ya fuera del instituto. Una vez por la calle, paseando, «él iba con un carrito, dijo mi nombre y escupió en el suelo» y otra en una fiesta, «le miré a la cara, cogió su bebida y se fue. Él sabe lo que ha hecho».
Afirma que «lo he pasado muy mal y mentalmente acabas devastado», pero ahora «estoy tranquilo». Hay secuelas pero «se superan con trabajo». A él le han ayudado mucho desde Asapme, donde se encuentra como «en familia» porque es importante «estar con personas que suman». conflictos escolares, como indisciplinas, insultos, aislamiento y también abuso.
Pero no será el único acto. La Asociación Aragonesa Pro Salud Mental (Asapme) organiza una charla bajo el título Uniendo voces contra el acoso escolar. La mesa redonda, que servirá para cerrar el ciclo de conferencias sobre salud mental infantojuvenil, se celebrará a las 19.00 horas, en Ibercaja Patio de la Infanta (es necesario inscribirse). El objetivo de la charla será conocer la realidad del acoso escolar contada por sus protagonistas, las psicólogas Silvia Per y Marta Artigas, así como María Miralles, alumna ayudante del colegio Juan de Lanuza. Se escuchará también la voz de las víctimas y se propondrán estrategias y vías de solución de esta problemática tan extendida en los centros educativos.
Todo ello a través de un formato audiovisual innovador y con la ayuda de la Inteligencia Artificial. Bajo el título Cicatrices se contará en un vídeo la historia de Álex, una joven que describe su infancia y adolescencia como víctima del acoso escolar, que servirá de excusa para hablar de cómo erradicar el bullying de las aulas y de toda la sociedad.
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en una charla esta tarde en Ibercaja