‘Soldados de Salamina’
Isidoro Berdié
El título Soldados de Salamina, metafórico y en recuerdo de los griegos que en Salamina, siglo V a.C, causaron una gran derrota a la Armada del Imperio Persa, que amenazaba la libertad occidental. Los soldados del film, bien pudieran ser oriundos de Villaconejos, gente patriótica y buena tanto entre los que cantaban el Cara al sol, como entre los que cantaban Ay Carmela. Vidas rotas, todos eran patriotas, ninguno tenía la exclusiva. La IV Guerra Civil fue un gran error que se convirtió en horror y en desgracia para todos. El pueblo pagó las rondas sin beber él. A bayoneta calada regaron la trinchera con su sangre, y su sepulcro, como el de todos los héroes es desconocido.
Muchos pseudogenios son los que han tratado el tema sin entender nada, lo que fue la quintaesencia de la guerra civil española (la cuarta) está mal interpretada por ambas partes, y peor todavía por los historiadores extranjeros. El día que se logre terminar con el maniqueismo de buenos y malos, porque ninguno de los combatientes de uno y otro bando eran culpables de la historia recibida, la injusta Desamortización de Mendizábal y sus secuaces, más bien eran sus víctimas.
La mayoría combatió de forma involuntaria, dependiendo de la zona donde le cogió la guerra, por lo que hubo quintas columnas en ambos bandos. Para escribir una Memoria Histórica no están capacitados ni la derecha ni la izquierda, ambas son maniqueas y ven buenos y malos, en vez de víctimas, como hemos dicho.
El Valle de los Caídos, que hogaño se quiere destruir, fue un gran logro al tratar de superar ese cainismo español, y enterrar juntos a los unos y los otros. Y esto lo afirmo lejos de todo partido político, semen de todos los males, lo afirmo desde la acracia.
El día en que lo comprendamos habrá terminado la guerra, ahora nos encontramos en «tregua militar», porque aquella no terminó en 1939, ni en 1975 con la muerte de Franco, tampoco con la Transición, la guerra sigue en el presente, seguimos tropezando en la misma piedra. Ah, no me creo que a quienes sacan de las fosas sepan quienes son, pero como dijo Sagasta: ¡A por la pasta! Azaña, otrora presidente de la II República, en un momento de lucidez antes del apagón (muerte) entonó el Kyrie eleison, quien hacía poco había afirmado: «España ha dejado de ser católica».