Un triunfo para no contar
Casademont Zaragoza El Casademont aspira a sellar definitivamente la salvación ante un Joventut liderado por Tomic
Las cuentas están claras. Si el Casademont Zaragoza logra la victoria esta tarde (18.00 horas) ante el Joventut, habrá conseguido matemáticamente la permanencia en la categoría. Si cae, las opciones de apagar la calculadora pasan por la derrota de terceros (Betis, Granada o Manresa), así que las posibilidades de que todo quede decidido este fin de semana son considerables. En todo caso, solo es cuestión de tiempo.
El respiro preside un encuentro que el Casademont afronta con otros objetivos. El principal es seguir alegrando el día a una parroquia que aún se estremece al recordar aquellos sudores fríos de principios de temporada. Pero este Casademont es otro bien distinto al de entonces. La llegada de Fisac fue un salvavidas para un equipo hundido que parecía destinado a una muerte lenta y dolorosa. Pero el segoviano impuso su manual de estilo para revertir tanto el rendimiento deportivo como, sobre todo, el estado mental de un Casademont que ha adquirido esa identidad que el propio entrenador dudó ser capaz de transmitir.
Sin Langarita y Mara, destacando en el Campeonato de España junior, el conjunto aragonés afronta la cita con Jessup ya recuperado (ya pudo actuar durante algunos minutos ante el Real Madrid) y con el guapo subido tras las victorias conseguidas en casa ante los grandes. Aquí han caído Real Madrid, Barcelona o Valencia y cerca estuvo de hacerlo el Unicaja. No es plaza fácil el Príncipe Felipe para los poderosos y a eso se aferra con uñas y dientes un Casademont que hace tiempo que no se deja intimidar por nada ni por nadie. De hecho, a punto estuvo de volver a dar un disgusto al Real Madrid en su feudo, donde rozó un triunfo que solo se escapó por la mayor dosis de calidad de los blancos y un arbitraje cuestionable.
Ahora llega el Joventut, ya clasificado para la disputa del playoff por el título y con el objetivo de acabar lo más alto posible. Eliminado en semifinales de la Eurocup por el Gran Canaria (campeón del torneo), el cuadro catalán llega liderado por un Ante Tomic en pleno disfrute de su segunda juventud, y por un Joel Parra erigido en uno de los principales valores jóvenes del baloncesto español.
Con problemas fuera de casa y tras sufrir tres derrotas consecutivas, el Joventut amenaza el estado de gracia de un Casademont decidido a quitar las pilas a una calculadora que hace tiempo que no echa humo. Si gana, estará salvado. Y, si no, puede que también. En cualquier caso, el partido supone empezar a dar pasos de cara a un futuro que debe ser más prometedor y menos agobiante para un equipo estancado en el sufrimiento en las dos últimas temporadas.
Se trata, pues, de ganar para olvidar y de buscar el lugar más alto posible para, desde ahí, soñar con tiempos mejores. Pero, sobre todo, se impone dibujar en el rostro del aficionado una sonrisa que pregone a los cuatro vientos que el Casademont vuelve a hacer feliz a su gente.
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Jovic, Cruz, Hlinason y Simanic, durante un entrenamiento.