Nadie reconoce a los ‘antifas’ que dejaron tuerto a un motero
Los acusados no admiten ser los autores y la víctima no vio quién exactamente lo hizo Por la lluvia de botellas en la Casa del Loco de Zaragoza, afrontan 12 años
De la investigación realizada por el Grupo de Homicidios de la Jefatura Superior de Policía de Aragón y de las explicaciones que den hoy de la misma a los magistrados de la Audiencia de Zaragoza dependerá la condena a los cinco antifascistas acusados de dejar tuerto a un motero al grito de «fascista de mierda, hijo de puta, te vamos a matar» por lucir una bandera de España en su cazadora. Fue cuando salía de un concierto con un grupo de amigos del gremio en las puertas de la Casa del Loco en noviembre del 2019. Ayer, durante la primera sesión de la vista oral ni los acusados admitieron los hechos ni la víctima y los testigos pudieron señalar con firmeza quién fue el autor del botellazo que le hizo perder un ojo a la víctima. Quedó patente que los agresores estaban organizados y que supieron ocultarse no solo con sus pasamontañas sino en medio del bullicio propio de esta zona de ocio nocturno.
Los encausados Javier B. G.; Amado F. R.; Eduardo G. M.; Lorena M. G, y Alicia O. O., se sentaron en el banquillo de los acusados, algunos provistos con gafas de sol y todos con mascarilla, pese a que la OMS ya ha decretado el fin de la emergencia internacional por la pandemia del covid. La idea era evitar que los fotógrafos de los medios de comunicación pudieran hacer fotos de sus caras. De esta forma se presentaron ante un tribunal y, salvo uno de ellos, todos decidieron contestar a preguntas de sus abogados defensores, Pablo Jiménez, Lourdes Barón y Ramón Campos, de nadie más. A estos aseguraron que no lanzaron ninguna botella, que no estaban en actitud para nada agresiva y, por su puesto, que no les produce «animadversión» ver a una persona luciendo una bandera de España. Incluso alguno, como Eduardo G. M. llegó a decir que pasaba por ahí en ese momento y a decir que el grupo ultra Avispero al que pertenecía no era de ideología de extrema izquierda, tal y como lo tiene clasificado la Policía Nacional.
Si ninguno admitió ser el autor de unos hechos por los que la Fiscalía pide 10 años de cárcel para cada uno y los abogados Joaquín Tortajada y Francisco García Berenguer, 12; la víctima tampoco pudo señalar como tal al autor del botellazo que le ha dejado tuerto y que le ha cambiado la vida, pues ni puede trabajar en el almacén como antes ni ascender en la escala militar en la que estaba de excedencia. A cuatro de ellos les reconoció por estar ahí, en el grupo radical que les atacó con una lluvia de botellas que en opinión del vigilante de la Casa del Loco «fue brutal y nunca vista así» pese a la de años que lleva en la seguridad del establecimiento. Pero aunque fueron señalados, no pudo decir con seguridad quiénes lanzaban los objetos. Sí señalaron los moteros que no son fascistas, que en el grupo está prohibido hablar de ideología y que si alguno lleva la bandera de España, otros llevan, por ejemplo, la ikurriña porque son vascos.
Al igual que la víctima, / que reconoció estar bajo tratamiento psicológico, y el portero del pub el resto de moteros que también recibieron los insultos y botellazos tampoco pudieron determinar con exactitud quién lanzaba las botellas. Quedó patente en que la mayoría estaba dentro de un grupo agresivo, pudiendo no ser esa razón suficiente para los magistrados para una condena frente al principio in dubio pro reo. Sí explicaron que estaban «perfectamente organizados» y que mientras unos lanzaban botellas, otros delante estaban a modo de escudo mostrando sus pistolas eléctricas para amedrentar. Añadieron que iban con guantes, con caras tapadas y que estaban esperando a que acabara el concierto del grupo rockabilly The Meteors y salieran los moteros. Hoy continuará el juicio con el análisis de las cámaras de seguridad que sirvieron a la Policía Nacional para localizar y detener a los sospechosos.