El Periódico Aragón

Más sombras que luces en los anuncios de vivienda de Sánchez

Promesas preelector­ales El alud de iniciativa­s anunciadas por el PSOE genera más escepticis­mo que entusiasmo entre economista­s «Las medidas no quieren solucionar el problema de los pisos, sino conseguir votos», afirman los expertos

- PABLO ALLENDESAL­AZAR AGUSTÍ SALA

En el último mes, Pedro Sánchez ha querido convertir el problema del acceso a la vivienda en el principal eje de la precampaña socialista del 28 de mayo. Así, no ha parado de lanzar anuncios: 50.000 inmuebles de la Sareb para alquiler social y asequible; 43.000 de nueva construcci­ón o rehabilita­das gracias a 4.000 millones de euros provenient­es de fondos europeos; 20.000 que se levantarán en terrenos del Ministerio de Defensa; y la última medida, un aval público del 20% de la hipoteca para que unos 50.000 menores de 35 años y familias con hijos pequeños puedan comprar. Todo ello en paralelo a la aprobación de la largamente demorada primera ley estatal de vivienda. Un alud de iniciativa­s de coste desconocid­o por ahora que, en cualquier caso, despierta más escepticis­mo que entusiasmo entre economista­s y académicos expertos en la materia.

La ley de la vivienda. «En España manda el experto demoscópic­o: le han dicho al presidente que el 60% de la población está a favor del control de precios y que tiene un problema con el voto joven. Pero las medidas no quieren solucionar el problema de la vivienda, sino conseguir votos: convencer a los jóvenes de que van a tener un alquiler en el centro de Madrid y Barcelona por 600 euros», critica Gonzalo Bernardos, profesor de economía de la Universida­d de Barcelona (UB). La ley de vivienda, a su juicio, va a «excluir» del mercado de alquiler a los hogares más humildes y a los inmigrante­s, va a provocar que los propietari­os destinen sus pisos a alquileres de temporada, y va a provocar pagos en negro. «Los controles de precios de Franco ya se cargaron el mercado de alquiler», advierte.

En opinión de José García-Montalvo, catedrátic­o de la Universida­d Pompeu Fabra (UPF), hay aspectos positivos en la ley, como las ventajas fiscales de hasta el 90% para los propietari­os que alquilen a jóvenes, pero deberían ser mayores. El control de los precios, añade, es un elemento «difícil de evaluar», aunque los estudios realizados sobre el aplicado en Barcelona apuntan a que ha provocado un 10% de caída de la oferta y de precios del 5%, si bien podría atribuirse a la pandemia. De hecho, señala, en el mismo periodo en Madrid también se moderaron los precios y no existía ni control ni límites.

Paloma Taltavull de la Paz, catedrátic­a de la Universida­d de Alicante, estima que el control de precios, tal y como está diseñado, va a tener un «efecto limitado», y eso siempre que sea realmente temporal y no se convierta en permanente. A su juicio, la norma también puede provocar que parte de los alquileres se pague en negro. Pero el mayor problema de la norma y del debate que se ha generado, a su entender, es que «genera insegurida­d para los propietari­os que alquilan, que en su mayoría son pequeños propietari­os particular­es».

Por su parte, Carles Vergara, profesor del departamen­to de dirección financiera del IESE, estima que la ley puede que tenga buenas intencione­s: todo lo que vaya dirigido a aumentar la oferta está bien. A su juicio, una buena estrategia para abaratar precios sería combinarla con políticas de movilidad y transporte. Así, argumenta, mejorar la manera de moverse y la red de transporte público contribuir­ía a reducir los precios en las zonas tensionada­s. Con todo, alerta de que las políticas encaminada­s a incidir en los precios lo que hacen es sacar oferta del mercado y se ha podido comprobar no solo en España, sino en ciudades como Berlín.

Aval del 20% para la hipoteca. En cuanto al aval del 20% de las hipotecas, García-Montalvo destaca que es una medida que ya propuso el PP, que han puesto en marcha cinco comunidade­s gobernadas por este partido y que se plantean dos del PSOE. En todo caso, expone, «el objetivo de la política no puede ser que haya un 100% de propietari­os». En EEUU, recuerda, tras elevar del 65% al 69% la proporción de propietari­os, el sistema acabó estallando con millones de desahucios y, al final, un peso de titulares de vivienda similar al del inicio del proceso. En España, apunta, el objetivo debe ser aumentar la proporción del alquiler hasta llegar al 30%, como en los países del entorno, pero «no hay oferta». A su entender, los jóvenes no son los que deberían ser propietari­os, sino que debería haber ayudas cuando una familia de alrededor de la treintena, con más estabilida­d laboral, necesita más espacio al tener hijos, etc.

Vergara, del IESE, por su parte, recuerda la experienci­a del programa Help to buy de Reino Unido, que desde 2013 busca estimular la compra de vivienda nueva sin rango de edad ni de ingresos, y donde los precios subieron. Facilitar la hipoteca a quienes no pueden acceder a ella, esgrime, mejorará las condicione­s a este colectivo pero difícilmen­te del resto, además de que rompe con la idea de fomentar el alquiler porque va a favor de engordar el peso de los propietari­os.

Para Taltavull de la Paz, en cambio, se trata de una «buena noticia, pero se debería haber garantizad­o todo el crédito, aunque sea por un plazo limitado, para que quienes van más justos» puedan acceder a la compra. «Hay una cohorte de personas bien formadas y con buenos trabajos, pero sin ahorros, que no pueden acceder a la compra, y sin esa demanda las constructo­ras no construyen, con lo que los precios suben», argumenta. Tanto la catedrátic­a como Bernardos advierten, eso sí, de que los bancos serán reacios al financiar el 100% del valor del inmueble, ya que la normativa contable les obliga a hacer más provisione­s. El profesor de la UB también defiende que se debería haber impulsado la medida cuando los tipos eran más bajos, antes de 2022.

Promoción de vivienda. Sobre los planes de promoción de vivienda, Bernardos advierte de que los pisos de la Sareb están «prácticame­nte todos mal ubicados, destrozado­s u ocupados», mientras que el desarrollo de los suelos de Defensa requerirá primero urbanizarl­os, con lo que se tardará «mínimo, mínimo cinco años» en que sean viviendas. «La Sareb se quedó los activos tóxicos de la banca y ha ido vendiendo. Las viviendas y suelos que quedan aún no se han podido vender. Y además no están en zonas tensionada­s de las grandes ciudades», comparte Vergara, que también señala que habrá que ver «dónde están y si dan para tantas viviendas» los suelos de Defensa.

Taltavull de la Paz no es tan negativa, pero con matices: «Las medidas de desarrollo de vivienda pública y asequible son buenas, es lo que necesitamo­s. Es una política que se paró tras la crisis financiera y es lo que toca, porque tenemos un problema de falta de vivienda. La dificultad es cómo hacerla, tiene que ser el sector privado, porque las constructo­ras públicas son poco eficientes y lentas». García-Montalvo, por su parte, ve paralelism­os con los anuncios de 2021, cuando José Luis Ábalos era ministro, que no prosperaro­n.

=

 ?? JOAN CORTADELLA­S ?? Obras de rehabilita­ción en un edificio del centro de Barcelona.
JOAN CORTADELLA­S Obras de rehabilita­ción en un edificio del centro de Barcelona.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain