Un monstruo en Madrid
Llega Erling Haaland al Bernabéu y Ancelotti busca el antídoto para parar a la ‘bestia’ del City
Me voy a casa, ceno, juego algo a los videojuegos y a dormir. ¿Qué videojuegos? Me da demasiada vergüenza decirlo». Así, como si nada tuviera que celebrar, agotó Erling Haaland las horas posteriores a la efeméride nunca vista antes en la historia moderna de la Premier. Marcar 35 goles en una sola temporada, superando los 34 de Andy Cole (Newcastle, 9394) y Alan Shearer (Blackburn Rovers, 94-95 ). Pero como si nada trascendente hubiera hecho el delantero noruego, la exaltación del fútbol del futuro representado en el cuerpo de un atleta que le emparenta a Ibrahimovic. ¿Futuro? No, es el fútbol del presente.
Mide Haaland 1.94 metros (22 años), un centímetro menos que el sueco (1.95, 41 años), una carcasa donde habita un monstruo futbolístico que ha destrozado todas las previsiones. Un monstruo que descubre el Bernabéu, un estadio que jamás ha visitado liderando el devastador City de Guardiola, capaz de adaptarse de manera casi perfecta a la utopía que representaba vivir con un nueve tan puro como este. Acostumbrado Pep a trabajar sin ese goleador de referencia (se inventó en la diminuta figura de Messi la majestuosa función del falso nueve) ha topado, al fin, con un jugador que sintetiza su enorme producción ofensiva.
Joven, humilde y bromista, que exhibe su singular sentido del humor escandinavo, conectado con Foden, cómplice en el campo de De Bruyne, su mejor asistente, y en conexión extradeportiva con Jack Grealish, su socio en la banda izquierda. «Tengo una gran amistad con él», confesó el exdelantero del Aston Villa en una entrevista con el diario inglés Daily Mail. «Después de cada partido me dice: ‘Oye, no salgas esta noche de fiesta’». Solo le digo que se calle y vaya a sentarse en su baño de hielo», indicó Grealish bromeando que ha marcado Haaland más goles esta temporada que él en toda su carrera. No se equivoca Jack.