Advertencia a España por su acuerdo fronterizo con Marruecos
El Consejo de Europa critica las dificultades para solicitar asilo La comisaria de Derechos Humanos recuerda la matanza de junio de 2022
El diagnóstico de la comisaria de Derechos Humanos del Consejo de Europa, Dunja Mijatovic, sobre la posibilidad de solicitar asilo en la frontera de España con Marruecos es demoledor. «No parece haber otra forma de entrar en España, en la frontera de Melilla, en busca de protección que nadar o saltar la valla, arriesgando la vida», denuncia en un informe publicado ayer en el que concluye que «no hay acceso genuino y efectivo» al asilo en la frontera de Nador y Melilla. Y avisa de que si bien todos los países tienen derecho a controlar sus fronteras, debe hacerse respetando las normas, sin contribuir «directa o indirectamente a la violación de los derechos humanos, y sin devoluciones en caliente».
«En vista de la gravedad de los acontecimientos ocurridos en la frontera de Melilla con Nador el 24 de junio de 2022 –en los que murieron al menos 23 inmigrantes– y de tragedias anteriores, la comisaria pide a las autoridades que examinen las circunstancias y políticas más amplias relacionadas con la cooperación migratoria de España con Marruecos, incluidos los protocolos activados con las autoridades marroquís durante los intentos de cruce de fronteras. Dicho examen debería conducir a la suspensión de actividades específicas de cooperación que, directa o indirectamente, contribuyan a violaciones de los derechos humanos. También debería servir para prevenir futuras tragedias y garantizar que las políticas aplicadas no violan las normas de derechos humanos», reclama.
Mijatovic es consciente de que por su situación geográfica las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla son unas de las principales rutas de acceso hacia Europa y entiende que España se enfrenta a menudo a situaciones complejas, tanto en tierra como en el mar, pero considera «imperativo» que las autoridades españolas protejan y salvaguarden «los derechos humanos de los refugiados, solicitantes de asilo y migrantes» y respeten «sus obligaciones internacionales en el ámbito de los derechos humanos internacionales y el derecho de los refugiados». Y para ello, el Gobierno de Pedro Sánchez debe revisar el «enfoque actual» de acceso al territorio y al asilo en Ceuta y Melilla, «poner fin a las devoluciones» en caliente en la frontera y «establecer una práctica que concilie el control fronterizo y los derechos humanos».
La comisaria / de Derechos Humanos también crisitica la aplicación automática y generalizada de la excepción de realizar una evaluación individual de cada caso, que se deriva en este caso del hecho de que no haya acceso real y efectivo al asilo. Esta práctica, denuncian, «no deja espacio» para evaluar adecuadamente «los riesgos a los que se exponen las personas a su regreso a Marruecos, a pesar de las preocupaciones bien documentadas a este respecto».
Aunque Mijatovic ve bien la protección a los refugiados ucranianos, la mejora de las condiciones de recepción en Canarias y el aumento de la financiación para la recepción de menores no acompañados, reconoce que en el caso de Ceuta y Melilla la situación empezó a empeorar en 2015 por cambios en la ley de extranjería.