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La ida de semifinales de la Liga de Campeones El alemán reemplazó al sancionado Militao para anular con eficacia al temible Haaland El brasileño atraviesa una crisis de juego que puede mandarle al banquillo en la vuelta =
La máxima de los entrenadores es no cambiar lo que funciona. De cumplirse la premisa, Carlo Ancelotti debería mantener de titular a Antonio Rudiger en el encuentro de vuelta ante el City, que se jugará el miércoles que viene. El alemán ató en corto a Erling Haaland con un excelente marcaje, para anular el principal peligro de los citizen en ataque, bien ayudado por Alaba. El noruego (1,94 de estatura) lo intentó, pero salió perdedor del cuerpo a cuerpo con el central blanco (1,90 metros), que pide paso ante el lamentable final de temporada que está haciendo su compañero Eder Militao.
El brasileño no pudo jugar la ida de las semifinales por sanción y Ancelotti recurrió a Rudiger para ocupar su posición. El central alemán tenía la difícil misión de tapar al mejor delantero centro de Europa, el goleador que rompe récords en la Premier con 35 en 30 partidos y que se presentaba en el Bernabéu como la gran amenaza para los blancos. Había preocupación porque se juntaba la baja de Militao, fijo en e equipo desde que se marchó Ramos, con la visita de un City que tiene en el noruego el hombre más letal.
Pero Rudiger dio un paso al frente. Un defensa rudo, experimentado, al que no le tiemblan las piernas ante nada ni ante nadie y se le vio disfrutar con esa misión de bailar con la más fea. Al duelo se sumó Alaba, que respaldó a su compañero de línea y se entendieron para cerrar los espacios al fornido goleador. Y lo consiguieron porque Haaland fue el jugador que menos balomodín