Carmen Grande se despide de la Marea Roja: «Ha sido un placer»
La base madrileña se marcha del club tras un año a las órdenes de Cantero
La base madrileña del Casademont Zaragoza, Carmen Grande, se despidió de la afición del Príncipe Felipe a través de una emotiva carta publicada ayer en la página web del club. En Zaragoza, Carmen ha dejado un sello que trasciende a lo que sus números reflejan. En pista, ha promediado 3,1 puntos, 1,4 asistencias y 2,7 de valoración, unas cifras modestas para la huella de la jugadora madrileña en el club rojillo y su afición. Una habitual en las gradas tras los partidos de su equipo, para Carmen
los aficionados lo son todo y sus muestras de cariño han sido norma durante su estancia en el Príncipe Felipe. Su actitud de agradecimiento con aquellos que le alientan durante los partidos sumada a un indiscutible compromiso cada vez que estaba en pista, destacando especialmente su sacrificio a la hora de defender, han hecho que Carmen Grande solamente haya necesitado una temporada para convertirse en una ídolo en Zaragoza.
En la temporada en la que el baloncesto femenino ha roto definitivamente todas las barreras en Zaragoza,
Carmen Grande ha hecho gala en la pista de una rasmia que le ha llevado a formar parte del Ministerio de Defensa particular de este Casademont junto a Gracia Alonso de Armiño. Fuera del pabellón, sus muestras de cariño y compromiso con la comunidad aragonesa también están fuera de dudas. Prueba de ello es la reciente visita de la madrileña junto a otras compañeras a la residencia de ancianos San Marcelino de Jaulín o la recogida del premio a las Aragonesas del Año, en la gala que organiza este diario, con Helena Oma.
Carmen remarcó en su carta de
Grande posa con tres aficionadas.
despedida la palabra gratitud, tanto hacia sus compañeras como hacia el staff, los medios de comunicación, la Marea Roja y el propio club por brindarle la oportunidad