La desbandada del centro, a ojos de todos en el mitin de Cs-Tú Aragón
Cita con las urnas Adrián Vázquez, el líder naranja, dice que Aragón «no es un peaje para llegar a Moncloa» La receta contra el bipartidismo de la coalición reúne a 80 personas en La Seo La jornada de los partidos
Se sabrá el próximo 28 de mayo si el barco de Ciudadanos se va finalmente a pique o si los «leales», con el inestimable apoyo de Tú Aragón (la escisión del PAR en la que se alinean los fieles a Arturo Aliaga y que aporta la enorme mayoría de los candidatos de las listas de la coalición), logran achicar agua suficiente como para reflotar el asunto. Lo tienen crudo. Complicado. Aunque optimismo no les falta. Ayer celebraron el mitin central de su campaña electoral frente a La Seo de Zaragoza con visibles ganas pero con apenas 80 caras entre las que se descifraban afiliados, concejales de localidades e integrantes de las 118 listas que han presentado. El espacio político de centro volvió a presentarse como la alternativa «decisiva» a esas «políticas que nada cambian del bipartidismo», un discurso «renovador» que apuesta por atacar de lleno «los problemas reales de las familias» frente a la inacción del PP y el PSOE, algo que ya les llevó a ser la tercera fuerza política en 2019 en la comunidad.
Al frente de esta nave herida se sitúa su candidato a presidir Aragón, Carlos Ortas, que defendió ayer sus políticas «moderadas» para las «familias con problemas reales» junto a los candidatos a la Alcaldía de Zaragoza y Huesca, Daniel Pérez Calvo y Natalia Lascorz, respectivamente. Estuvieron abrigados por el secretario general de Ciudadanos en el país, Adrián Vázquez, que asumió el difícil reto de reflotar una formación de la que ya solo quedan los mimbres.
El eurodiputado aseguró que en su caso «Aragón no es un peaje para La Moncloa», pues «se merece mucho más que esa estrategia en la que solo están pensando en su poder, en ocupar un espacio político y no cambiar nada en las instituciones». En clave nacional, criticó que los líderes del PSOE y del PP, Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo «parece que están jugando al Risk, para tener menos muñequitos azules o rojos en el tablero de nuestro país». Insistió también en esa «España de los problemas reales» que «no sabe cómo puede llegar a cuidar a sus padres por la tarde y a recoger a sus niños del colegio, que sostienen un estado de bienestar mientras les asfixian a impuestos y cada vez reciben menos bienestar a cambio».
Confían en Cs-Tú Aragón en remontar durante estos 15 días para mejorar ese 1,3% que el último barómetro del CIS le da para las Cortes de Aragón –necesitan un mínimo del 3%– o ese 3,6% que le da en el Ayuntamiento de Zaragoza –requieren un 5%–. De ello son plenamente conscientes y por eso Carlos Ortas se lanzó a por el voto de los 312.000 indecisos. «Los que van a ir a votar sí o sí son a los que les va la vida en ello. Pero nosotros somos más», arrancó el candidato a la DGA, en referencia a esas familias «con problemas reales» a las que se dirigió en varias ocasiones y para las que hacen falta nuevas políticas que acometan «todas las reformas que el bipartidismo no ha hecho en 40 años» en materia de conciliación, educación o sanidad o presión fiscal para los autónomos.
No se pusieron de perfil los candidatos de Cs frente a la desbandada que el partido ha sufrido en los últimos meses, como la acontecida en el equipo de gobierno del Ayuntamiento de Zaragoza, en la que las tres cabezas naranjas (Sara Fernández, Carmen Herrarte y Víctor Serrano) han volado al nido del PP. «Había dos opciones fáciles y una difícil. Hay gente que se ha ido y otros que se han quedado en partidos judicializados atornillándose al sillón», dijo Ortas, en referencia a sus excompañeros y a los que se han quedado en el PAR del que se han escindido sus compañeros de coalición.
Por ellos remató: «No somos los mismo que el PAR, somos un partido renovador que será decisivo en la formación de los gobiernos en Aragón».
A decir verdad, el más optimista de todos fue Daniel Pérez Calvo, candidato al bastón de mando del consistorio, que abrió el acto presentándose como «el futuro alcalde de Zaragoza». Reivindicó el trabajo hecho por su partido durante la última legislatura, en la que Ciudadanos ocupó las áreas de Urbanismo, Cultura, Economía, Deportes, Igualdad y Familia y Participación Ciudadana.
Criticó el candidato la «hoguera de las vanidades» que, según él, vienen practicando estos días de campaña electoral los dos principales partidos a base de promesas, en referencia al proyecto de ciudad inteligente del deporte de Natalia Chueca (PP) –«Lo mejor de lo mejor, pero en grafismo», dijo Pérez– o las 16.000 viviendas para alquiler anunciadas el sábado por el socialista Javier Lambán.
En un tono menos vehemente se expresó Natalia Lascorz, candidata de la coalición al Ayuntamiento de Huesca, que citó a la escritora Irene Vallejo para reclamar en Aragón un espacio «que huya de los extremismos» para entrar en las instituciones con tres mensajes: «Valentía, coherencia y esperanza».
En cualquier caso, ya se sabe: a las expectativas de los mítines hay que ponerles freno, el mismo con el que se anunciaba esa famosa carrera que se estaba disputando en la plaza del Pilar al tiempo que los candidatos daban sus discursos y pedían el voto en una soleada mañana de domingo, el primero de una campaña electoral en la que el barco de Ciudadanos navega a contracorriente.
=