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De ser pieza insustituible en el baño empieza a desaparecer, por una cuestión de espacio

Inventado en el Versalles de Luis XV, cuentan que el propio Napoleón lo consideraba tan efectivo para aliviarse los escozores después de cabalgar que se lo dejó en herencia a su hijo. Su nombre, proveniente del francés bidet, hacía precisamente referencia a un tipo de caballo pequeño parecido a un poni, hoy extinto, que era usado por la nobleza de la Francia del siglo XVIII; aunque hay otros que apuntan a que la etimología viene a incardinarse en la posición con que se usa, como si se cabalgara. Fuera como fuese, su uso para garantizar la higiene de las partes más pudendas se generalizó por toda Europa, sobre todo en el sur, y dio el salto posteriormente a Sudamérica, donde su presencia en los aseos de muchos países, y en medio mundo, sobre todo en Asia, es bastante común. Incluso llegó a conquistar (tímidamente) EEUU después de que sus soldados lo descubrieran en los burdeles de países aliados en la Segunda Guerra Mundial.

El éxito de este elemento del baño, que era usado en su origen principalmente para la higiene

En declive

Un bidé, en un baño. - de las mujeres, fue tal que, cuando en 2018 el Ayuntamiento de Buenos Aires decretó que los bidés dejaran de ser obligatorios en los apartamentos de nueva construcción, se generó una enorme polémica en la ciudad.

«Ya incluso antes de que dejara de ser obligatorio en Buenos Aires, en España su presencia en las casas llevaba tiempo descendiendo. «Las ventas caen año tras año, y es algo que puede deberse a múltiples factores», comenta Carlos Bañuls, responsable de proyectos de Ideal Standard, uno de los mayores proveedores de productos de baño en España. «No es una pieza que esté dejando de ser utilizada –añaden desde Roca, la principal marca en el sector–, pero sí es cierto que hay una fuerte tendencia a una gestión más eficiente del espacio».

Según los cálculos de la reputada marca, el 60% de los baños siguen teniendo bidé, pero las promotoras inmobiliarias cada vez prescinden más de él. «En las promociones nuevas están retirando el bidé de uno de los baños», aprecia Bañuls, que apunta aun así que «algo similar» pasa con la bañera, cada vez más sustituida por la ducha. «Hay que ganar espacio», señala. Una alternativa que se está dando es un grifo extensible –ducha auxiliar o grifo árabe–, con los reguladores anclados a la pared.

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