Sustituir tontería por ideología
Aceptamos todos que estamos en campaña electoral igual que pulpo como animal de compañía para tener una sobremesa familiar en paz, pero cambiar los programas políticos por un repertorio de tonterías, sin orden ni concierto, debería hacer sonrojar al que las dice. El candidato de Vox a la Alcaldía de Teruel, en una entrevista electoral, no es que haga el habitual llamamiento de la formación política al racismo, al autoritarismo, y al resto de ismos ya conocidos, es que ha descubierto que con las ocurrencias también se ocupa espacio. Y deben pensar que no las vamos a leer, y que con el clip audiovisual de 10 segundos donde es más difícil meter la pata les va a bastar o que del discurso homogeneizado, sin cambiar una coma para todo el país, les va a ser suficiente.
Es que si no es incomprensible que un candidato diga que se puede redimensionar la televisión autonómica a imagen de los youtubers, que algunos tienen casi un millón de seguidores, con un esfuercito más incluso llegaríamos al millón trescientos mil que somos en un canal único, con un solo presentador y una sola idea. No tendremos televisión ni radio pública, sin embargo construiremos pantanos para recoger lo poco que llueve, conseguiremos hacer del desierto de Monegros una huerta y conectando las cuencas hídricas se multiplicarán por tres las cosechas en toda España y aún sobrará agua. Dan ganas de levantarse y decir «¡Aleluya hermano!», cómo no se les había ocurrido a todos los políticos que estaban antes.
Porque sobran políticos según el entrevistado, los de los 17 parlamentos autonómicos, de los que ellos forman parte. Pero no sobran los gobiernos regionales, porque se les cae un poco de autoritarismo en cada declaración. La democracia parlamentaria es un proceso muy farragoso que quita mucho tiempo de lo verdaderamente importante, que es el poder, y a ese no le hacen ningún asco, aunque sea autonómico, lo que no se sabe es quién los va a nombrar si eliminamos la cámara legislativa. Gobernar con Teruel Existe si es necesario, como mal menor, porque tienen mucho en común, los dos quieren el bien de Teruel y el de Aragón. ¿Qué bien? Pues eso no lo sabemos porque deben defender que existe un bien único y revelado que no alcanzamos a ver el resto, ese en el que se bajan los impuestos y se hacen pantanos para las sequías, y en el que a Tomas Guitarte aún no se le han debido cerrar los ojos de la perplejidad.
Que la reacción inmediata es pensar, mira que distópico todo, como los chinos en Usera que tanto molestan a Ana Rosa en su tierra de acogida, pero la periodista será como mucho la reina de Telecinco y estos señores gestionarían el dinero público, el suyo y el mío.
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El candidato de Vox a la Alcaldía de Teruel ha descubierto que con ocurrencias se ocupa espacio