Macron busca calmar el país con inversiones en industrias verdes
Cambiar el relato y pasar página de la reforma de las pensiones. El presidente francés, Emmanuel Macron, tiene entre ceja y ceja este objetivo. Quiere que deje de monopolizar el debate público en Francia su impopular subida de la edad mínima de jubilación de 62 a 64 años. Para ello, ha multiplicado sus esfuerzos comunicativos en los últimos días para reivindicar la «reindustrialización» verde del país, pese a ser uno de los estados europeos que ha sufrido una mayor desindustrialización en los últimos 40 años.
Tras una visita el viernes a la fábrica de baterías eléctricas Prologium en Dunkerque, el dirigente celebró ayer la cumbre anual Choose France en el palacio de Versalles. Unos 200 empresarios extranjeros asistieron a la reunión destinada a promover el atractivo económico del país, que atraviesa un momen
to de fuertes turbulencias sociales y políticas. La agencia de calificación Fitch rebajó a finales de abril la nota de la deuda de Francia (de AA a AA-), después de las multitudinarias protestas de los últimos meses y las críticas a la gestión del Ejecutivo. Como hace desde 2018, Macron invitó a la flor y nata del empresariado mundial bajo los fastos de Versalles. Se reunió por la mañana con Elon Musk, propietario de Tesla, Space X y Twitter. También tenía previstos cara a cara con el responsable de la multinacional farmacéutica Pfizer o del gigante siderúrgico ArcelorMittal. En el marco de esta cumbre, se anunciaron 28 proyectos valorados en 13.000 millones de euros que crearán unos 8.000 puestos de trabajo en los próximos años. Es la cifra más elevada de inversiones anunciadas en el Choose France.
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