Abascal y cierra Aragón
No hay campaña política en la que algún partido no proponga la supresión de alguna estructura administrativa que considera superficial, inútil o gravosa a las arcas públicas. Los partidos republicanos han venido incluyendo en este apéndice a la monarquía. Por su parte, algunos partidos monárquicos, salvando la Corona, han venido cuestionando distintos niveles de la Administración, desde las propias autonomías (o algunas de sus competencias), las diputaciones provinciales, las mancomunidades o, en la actual campaña, las comarcas de Aragón.
Ha sido Vox, por boca de su líder, Santiago Abascal, quien acaba de anunciar la liquidación de nuestras comarcas. Las suprimirían, dice, en el caso de que lleguen a gobernar en el Pignatelli. Sólo podrían hacerlo con la complicidad del PP, como ya ha sucedido en Castilla y León, no siendo dicho futurible en Aragón imposible, pues sólo será posible que Azcón gobierne si cuenta con el apoyo de Vox. De armarse un gobierno PP-Vox, y de ha
El líder de Vox proclamó en Teruel la liquidación de las comarcas aragonesas
cerse este último partido con algunas consejerías, podrían cargarse las comarcas, como Abascal proclamó en una reciente visita a Teruel, haciéndolo con su acostumbrada y tonante voz, que tanto gusta a sus seguidores, pero que percute sobre la delicada piel de la democracia como un estruendoso tambor.
A pesar de esta seria amenaza, la de privar a Aragón de una administración, la comarcal, que viene funcionando desde hace años con un balance más que positivo, hay que felicitarse por el hecho de que Vox haya en parte moderado su programa. No hace mucho, Abascal anunciaba estar dispuesto a suprimir de un plumazo todas las autonomías, cambiando el actual Estado autonómico por un gobierno centralizado y sustituyendo a los presidentes regionales y a sus parlamentos por gobernadores civiles y por un cuerpo de funcionarios al servicio de Madrid. El hecho de que en Castilla y León diputados de Vox hayan ocupado consejerías parece haber moderado el afán destructivo de Abascal, acomodándolo a una más comprensiva visión hacia las autonomías, de la misma manera que sus diputados se han acomodado a los sillones del gobierno castellano-leonés, a sus sueldos y dietas, a sus cuotas de poder.
=*