Los formatos de los debates electorales
Se habla mucho de los formatos de los debates electorales y lo encorsetados que pueden llegar a estar los distintos candidatos a la hora de enfrentarse a sus rivales en un plató de televisión. Y es que someter a la milésima de segundo las opiniones de cada uno de los políticos, impedirles que se interrumpan y mantener algún pequeño diálogo y tener que hablar solo exclusivamente de los temas pactados en el momento en que se ha decidido abordarlos, es un ejercicio que puede ser muy democrático, plural y equitativo para todos, pero provoca un debate aburrido. Es lo que pasó el pasado lunes por la noche (grabado por la tarde) en el debate que se celebró en Aragón TV entre los nueve candidatos a la presidencia del Gobierno de Aragón que cuentan ahora con representación parlamentaria regional y nacional. Unos estuvieron mejor que otros, pero dos horas y media de debate rígido (encima con todos los candidatos y la única candidata de pie) dio como resultado televisivo un programa aburrido incluso para muchos de los propios políticos aragoneses que ahora están en campaña. Alguno llegó a calificarlo de «tostón», a pesar de que la audiencia haya podido ser aceptable (donde más se vio fue en Teruel).
Nada comparable con el debate que celebró ayer EL PERIÓDICO DE ARAGÓN en su redacción con los seis candidatos a la Alcaldía de Zaragoza que representan a los partidos políticos que actualmente forman parte del pleno municipal. En este debate puramente informativo que hoy contamos en las páginas de este diario y del que desde ayer se puede ver un resumen en nuestra página web, los seis alcaldables se mostraron cercanos, distendidos y expusieron sin el nerviosismo de los tiempos y de no interrumpirse, sus planteamientos sobre varios temas que afectan directamente
Hay que acabar con esos encuentros entre candidatos tan encorsetados y aburridos y hay que hacer apuestas más modernas y cercanas
a los zaragozanos y son objeto de comentario en la actualidad, como La Romareda, el tranvía y la movilidad, la vivienda o la cultura. Durante hora y media se vieron claramente las posturas de dos bloques ideológicos, con Ciudadanos decantándose unas veces a la derecha y otras a la izquierda, se puso de manifiesto la rivalidad entre la popular Natalia Chueca y la socialista Lola Ranera y los políticos fueron capaces de respetarse pero, al mismo tiempo, confrontar sin los clichés de esos otros debates. La ciudadanía necesita ver a sus políticos así de cercanos y frescos y sería bueno que todas estas fórmulas antiguas que rodean a las campañas electorales se rompiesen en beneficio de la propia ciudadanía que el 28M decidirá sobre el futuro de su ciudad y su comunidad.