Telnet recibe una oferta de compra y entra en concurso de acreedores
El fondo Endurance plantea sanear la firma para continuar con el negocio de fibra óptica La negociación del ere para el despido de 65 trabajadores se retoma tras el fallido
La zaragozana Telnet Redes Inteligentes, hasta hace poco una de las principales firma del sector de las telecomunicaciones de Aragón, ha entrado en concurso de acreedores tras casi 30 años de actividad. Ante la difícil situación económica que arrastraba y tras tres años en pérdidas, la compañía ha optado por declararse en suspensión de pagos de forma voluntaria. Lo ha hecho tras encontrar un posible inversor que podría salvar parte de la actividad, la de fabricación de fibra óptica. Se trata de la gestora de fondos barcelonesa Endurance Partners, especializada en reflotar negocios en dificultades, según informaron a este diario fuentes conocedoras de la operación.
El Juzgado de lo Mercantil número 2 de Zaragoza declaró el pasado 27 de abril el concurso de la tecnológica fundada por Manuel Villarig, según recoge el Boletín Oficial de Estado (BOE) del 5 de mayo. El edicto judicial designó como administrador concursa a Aecarya Concursal y Pericial SLP, una responsabilidad que ha recaído en el abogado José María Carnicer Pina. El deudor no ha solicitado la liquidación de su patrimonio ya que confía en que se alcance un acuerdo con Endurance.
La declaración del concurso se ha producido en plena negociación del expediente de regulación de empleo (ere), un despido colectivo que afecta a 65 de los 155 trabajadores de la empresa, que tiene sus instalaciones productivas y las oficinas en el polígono Centrovía de La Muela. El proceso de diálogo entre el comité y la dirección de Telnet tuvo que ser suspendido tras haberse celebrado cinco reuniones entre ambas partes.
Tras recibir la autorización / del juzgado, ayer se reanudó la negociación pero esta vez con la participación del administrador concursal, que será ahora quien tenga la voz cantante.
Fuentes del comité se mostraron «sorprendidos» por la aparición en medio del ere de un inversor, cuyo nombre dijeron desconocer. «Que se puedan salvar 90 puestos de trabajo siempre es positivo. La alternativa sería peor», apuntaron. No obstante, expresaron sus dudas sobre las condiciones en que quedará la plantilla que siga y lamentaron asimismo que las indemnizaciones por despido tengan que ser con cargo del erario público –a través del Fondo de Garantía Salarial (Fogasa)– y por el mínimo legal (20 días por año trabajado con un máximo de 12 mensualidades) al tratarse de una empresa concursada.
Los despidos se llevarán a cabo después de tres años en los que se han sucedido seis ertes entre parte de la plantilla, el último de ellos con una suspensión de empleo total entre noviembre y el pasado 31 de marzo. Telnet ha llegado a esta situación tras el hundimiento de sus líneas de negocio de equipos de banda ancha y antenas de telefonía, que eran deficitarias y cesaron su actividad hace seis meses.
La empresa alcanzó hace un año un acuerdo para su venta al grupo chino Chengdu Datang Communication Cable (CDDC), pero el inverso dio marcha atrás a la operación por las condiciones impuestas por el Gobierno y la inestabilidad generada por la guerra de Ucrania.