La comprensión lectora en España cae 7 puntos tras la pandemia
El informe PIRLS 2021 otorga 521 puntos a los estudiantes, frente a los 528 registrados en 2016 Esta cifra está por debajo del promedio total de la UE (528) y también de la de los países de la OCDE (533)
La primera evaluación internacional a gran escala que se ha llevado a cabo a los alumnos y alumnas tras la pandemia no invita al entusiasmo. El estudio internacional para el Progreso de la Comprensión Lectora (PIRLS, Progress in International Reading Literacy Study) de 2021 confirma una bajada generalizada de la comprensión lectora respecto al anterior análisis, de 2016. Se rompe así la tendencia al alza que se venía registrando desde 2006, primer año en el que España participó en el PIRLS, una investigación que se realiza entre niños y niñas de cuarto de primaria de 57 países.
Elaborado por el Instituto Nacional de Evaluación Educativa del Ministerio de Educación y FP con los datos publicados por la Asociación Internacional para la Evaluación del Rendimiento Educativo (IEA), el informe otorga 521 puntos a la comprensión lectora –leer y entender lo que se lee– de los menores españoles. En la edición anterior, la puntuación fue de 528. En la de 2011 se otorgaron 513 puntos, los mismos que en 2006. La escala de PIRLS varía entre los 400 puntos (el nivel más bajo) y los 600 (el más alto).
Los alumnos que / mejor entienden lo que leen son los de Irlanda (que sobrepasan los 580 puntos), seguidos de los de Irlanda del Norte e Inglaterra. Los territorios peor parados son Bélgica (494 puntos) y Turquía (496). La comprensión lectora del alumnado español (521 puntos) está por debajo del total de la Unión Europea (528). También de los 533 que obtienen, de promedio, los países que pertenecen a la Organización para el Desarrollo y la Cooperación Económica (OCDE).
El informe corrobora que, a mayor gusto personal por la lectura, mejores resultados en comprensión lectora. Los chavales de Irlanda, de hecho, son a los que más les gusta leer. En el caso de España, el 54% de ellos afirman que les «gusta mucho» y el 35% confiesan que «solo un poco».
La caída de siete puntos que han experimentado los estudiantes españoles en comprensión lectora desde 2016 es muy similar a las registradas en otros países, como Eslovaquia (seis puntos menos) y Portugal (ocho puntos menos), un país que ha registrado, sin embargo, un gran notoriedad educativa. Pocos estados europeos han tenido tanto éxito en la reducción del abandono escolar como nuestro país vecino en las últimas décadas.
El PIRLS constata que hay estados que han caído bastante más. Por ejemplo, uno de los más idolatrados desde el punto de vista educativo: Finlandia (17 puntos menos). La potencia económica de Europa, Alemania, tampoco sale bien parada (13 puntos menos). Israel y Letonia van, incluso, mucho peor. El primero ha perdido 20 puntos y el segundo, 30.
En España, solo el 6% de los alumnos están dentro de la categoría de «nivel avanzado», un porcentaje por debajo del promedio de la OCDE (11%) y de la UE (8%). Mientras, el 5% de los niños y las niñas de cuarto de primaria están catalogados como de «nivel muy bajo», un porcentaje ligeramente
El análisis corrobora que, a mayor gusto por la lectura, mejores resultados se dan
Solo el 6% de los niños están en el «nivel avanzado» y el 5% no pasa del «muy bajo»
inferior al de la media de la OCDE e idéntico al de la UE (5%).
El estudio confirma lo que muchos expertos han venido advirtiendo desde hace tiempo: existe una correlación entre el tiempo en el que permanecieron cerrados los centros escolares a consecuencia de la crisis sanitaria y la caída del rendimiento, con una disminución de 0,11 puntos por día lectivo de cierre. En el caso de España, de los casi 7 puntos que cae el rendimiento global, cerca de 5 se explicarían por el cierre de los centros escolares durante 45 días lectivos. Y eso que España fue de los países de la OCDE que menos días cerraron las puertas físicas de los centros. Letonia, por ejemplo, los cerró durante 221 días.
Los autores del PIRLS, no obstante, aseguran que la bajada de nivel académico «podría ser consecuencia del impacto que la pandemia ha tenido sobre el normal funcionamiento de los centros escolares y, en consecuencia, sobre el proceso de aprendizaje. Pero son necesarios análisis más profundos para corroborar esta hipótesis y extraer conclusiones consistentes».
Además del análisis del rendimiento, el PIRLS proporciona información sobre los contextos educativos. El rendimiento escolar se ve, en parte, condicionado por el contexto social, económico y cultural del alumnado. A mayor nivel, mejores puntuaciones en todos los países. España, sin embargo, se perfila como uno de los territorios con más equidad dado que los 62 puntos de diferencia entre los niños con más nivel y con menos está por debajo de los 67 de Finlandia, los 69 de Noruega o los 80 de Francia. Entre los países con mayores desigualdades se encuentran Turquía (117 puntos) y Bulgaria (122 puntos).
En España, al contrario de lo que ocurre en la mayoría de los países analizados, apenas hay diferencia de rendimiento entre chicas y chicos. Ellas obtienen dos puntos más (522 frente a 520). En el total de la UE, sin embargo, hay 11 puntos más en la media de puntuación de las alumnas, 13 en el caso del promedio en la OCDE.
De los 140.000 examinados en el PIRLS, 10.000 están matriculados en escuelas de España y se sometieron a pruebas en formato digital y en papel. El PIRLS define la comprensión lectora como «la habilidad para comprender y utilizar las formas lingüísticas escritas requeridas por la sociedad y/o valoradas por el individuo».
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