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El presidente ensalza el sello socialista en el Estado del bienestar y trata de pasar página de los abertzales pese al recuerdo de Lambán
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El músculo del socialismo clásico y moderno se reunió ayer en la Sala Multiusos de Zaragoza para dejar claro que el 28 de mayo hay partido y que el PSOE va a poner toda la carne en el asador para mantener los gobiernos y recuperar las plazas perdidas en 2019, como Zaragoza. Tirando de siglas y de Boletín Oficial del Estado, el presidente del Gobierno de España y secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, trató de volver a los principios ideológicos para marcar distancias con un Partido Popular «que no tiene proyecto, salvo derogar» y desactivar el tema de las listas electorales con exetarras del socio parlamentario EH Bildu. Claro que el verso suelto socialista, el presidente que hace gala de su voz propia incluso en su eslogan electoral, Javier Lambán, no perdió la oportunidad de reprocharle a su jefe los pactos con los abertzales. Pero a diez días de la cita con las urnas y tras el paso atrás de los condenados por delitos de sangre, el aragonés cargó las tintas contra la «inmoralidad y la actitud abyecta y miserable» del PP más que con Sánchez por servirse de «los herederos de la banda terrorista» para gobernar. Cosas de la campaña.
Entre las 1.800 personas que llenaron la Sala Multiusos del Auditorio de Zaragoza, se encontraron el PSOE de ayer y de hoy, con los expresidentes Santiago Marraco y Marcelino Iglesias, los consejeros del Ejecutivo autonómico, los concejales del Ayuntamiento de Zaragoza, los representantes en el Congreso y el Senado, como Susana Sumelzo, Noemí Villagrasa o Miguel Dalmau, o los recién llegados, como el exsecretario de la UGT en Aragón, Daniel Alastuey.
Una imagen de unidad compacta, con la ministra aragonesa, Pilar Alegría, subiendo al escenario junto a su sucesora en la capital aragonesa, Lola Ranera, y los presidentes Lambán y Sánchez. Una muestra de la cohesión de un partido de gobierno y de Estado que ha suturado con rapidez hasta borrarlo el drama del enfrentamiento por la unión de estaciones. En lo que se mostraron todos de acuerdo es en que no es que España le vaya «bien», como decía Aznar, sino que «a España le va mejor con recetas socialistas». «Critican el sanchismo, el felipismo, el zapaterismo... Se equivocan en el PP: es el socialismo lo que hace avanzar a las sociedades», dijo Sánchez, entre aplausos.
La vivienda, tema estrella
Pusieron los candidatos el foco en la vivienda y el presidente retomó su tema estrella en esta carrera electoral. «Vamos a doblar con un 50% más el número de viviendas protegidas en los próximos cinco años. Esta es la diferencia con el PP: ellos hablan de suelo; nosotros de derecho a la vivienda. Ellos hablan de un bien con el que especular y nosotros, de derechos», dijo, ante un público poblado de canas y nutrido de banderas de Aragón y del PSOE.
El presidente recordó la comparativa de España con la media europea para anunciar que la vivienda «será la gran causa» de los gobiernos socialistas para convertirla en el «quinto pilar» del Estado del bienestar. «Menos de un 3% del total de la oferta de vivienda del país es vivienda protegida. En la media europea es del 9%; y del 20% en economías nórdicas. Será difícil llegar a ese 20%, pero la vivienda tiene que ser la prioridad para llegar el 9%», dijo Sánchez, que también se comprometió con la candidata socialista. «Lola va a contar con todos los apoyos y los resortes del Estado para hacer realidad las 1.500 viviendas de protección oficial», aseguró.
El presidente tiró de repertorio económico para oponer el modelo del «progreso» del socialismo a la «derogación a todo» y el «apocalipsis que no llega» que representa el PP. Sacó pecho del «sello socialista» de «todos los pilares del Estado del bienestar», del aumento del 47% del salario mínimo, de la revalorización de las pensiones al IPC, de los ertes, de la reforma laboral, de la ley de eutanasia, de la ley de vivienda o de la excepción ibérica que ha permitido «ahorrar 5.000 millones» en las facturas a todos los españoles. Y con otro dardo al PP: «Nosotros no anunciamos; publicamos en el BOE. Porque los que decimos, lo hacemos».
Las cosas van tan bien, dijo, que en junio se pueden alcanzar los 21 millones de afiliados en España. «Si todo eso lo hemos hecho con el viento en contra, imaginaos de lo que seremos capaces con el viento a favor en Zaragoza, en Aragón y en España», arengó.
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