El Gobierno descarta la gran urbanización de Doñana
El Ejecutivo frena el macroproyecto por falta de agua y por ser zona inundable
La Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG), organismo que depende del Ministerio para la Transición Ecológica, remitió ayer su informe desfavorable a la construcción de una macrourbanización de 300 villas y campo de golf frente al Parque Nacional de Doñana, en el término municipal de Trebujena. El responsable de la cuenca del Guadalquivir señala que no hay recursos hídricos disponibles para sostener esta urbanización de lujo y advierte de que se ubica en una zona inundable.
La Junta de Andalucía emitió el pasado abril una declaración ambiental favorable pero condicionada a lo que dijera el Gobierno, que ya avanzó que iba a rechazar el proyecto. No es la primera vez que el Ministerio se pronuncia sobre este desarrollo urbanístico que dos promotores distintos, ambos con capital suizo, están intentando construir desde 2003. En 2015, el entonces Gobierno de Mariano Rajoy sí que emitió un informe favorable a unas obras que ahora se frenan.
El informe de la CHG, que está colgado en la web del Ministerio, señala que la zona donde se pretende ubicar este proyecto es inundable. «Cualquier administración o usuario, de manera pública y abierta, puede visualizar los estudios de cartografía de zonas inundables, elaborados por el Ministerio y aquellos que han aportado las Comunidades Autónomas», reprocha de forma velada la Confederación a la Junta. El órgano de aguas cita también el Estudio sobre cambio climático en la costa española para advertir de que es una zona especialmente vulnerable porque «el estuario del Guadalquivir, dado su tamaño y la orografía llana de su desembocadura, para un aumento del nivel del mar de 2 metros, podría perder de forma irreversible 11.000 hectáreas de humedal», advierte para pronunciarse contra el ladrillo en esta ubicación.
El otro puntal sobre / el que descansa el rechazo del Gobierno es la falta de agua. «El presente informe toma sentido desfavorable, por no estar acreditada la disponibilidad de los recursos hídricos necesarios» para la modificación del PGOU de Trebujena, «dado que las masas de agua existentes en la zona no pueden utilizarse como fuente de recurso y aún no existe concesión vigente que depende de la aprobación del trasvase», advierte el documento. «Así mismo no existen en la actualidad las estaciones depuradoras de aguas residuales de las que se pretende reutilizar las aguas residuales regeneradas», puntualiza.
El proyecto urbanístico consumiría 850.000 metros cúbicos de agua, incluyendo el campo de golf, las zonas regables ajardinadas y la propia urbanización, con 300 villas y un hotel. La maqueta muestra lagos artificiales y un frondoso campo de golf a apenas a dos kilómetros de fincas de cultivo con restricciones de agua. El complejo gastaría más agua que todo Trebujena, con un consumo de 800.000 metros cúbicos. Los promotores aseguran que la mayoría del agua no será potable sino procedente de lluvias y reutilizada. El problema es que Trebujena, el municipio con menos precipitaciones –según la Aemet– de todo Cádiz, ni siquiera tiene depuradora.
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