China llama a la puerta de España
En las dos últimas semanas, varias marcas chinas se han afiliado a la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (Anfac). Puede parecer una casualidad, pero no lo es. DSFK, Maxus, BYD, MG, SWM, JAC, Lynk&Co (propiedad de Geely), Aiways, Green Tour y Shineray son fabricantes chinos que ya han puesto el ojo y sus coches en el mercado español.
En 2022, según la consultora MSI, las marcas chinas ya representaron el 1% de los coches que se vendieron en España y, según el Puerto de Barcelona, la cantidad de coches chinos que llegan a sus instalaciones se ha multiplicado por 15 en solo un año. Poco a poco los fabricantes chinos van afianzando su presencia aquí y lo hacen gracias a la electrificación. Este ámbito, abandonado por los europeos en un principio, se ha convertido en terreno abonado para los coches chinos.
En el Automobile Barcelona, celebrado recientemente, se produjo un hecho nunca visto hasta el momento en Europa. La marca BYD (Build Your Dreams) mostrará una gama de cinco modelos, todos disponibles para el mercado español. Es la primera vez que eso sucedía y representa una muestra de lo que está llegando.
Los chinos se fijaron como objetivo Tesla, y de hecho andan a la par en cuanto a baterías y prestaciones, y son mejores en diseño y equipamiento. Y su mejor baza son los precios. Mientras en Europa se pelean por equilibrar costes y beneficios, las marcas chinas están dispuestas a arriesgar. Lo mismo que hicieron hace unos años Kia y Hyundai. Hoy son dos de los mayores fabricantes en ventas en España. Las marcas coreanas entraron de la mano del grupo Bergé (hoy Astara) y posteriormente se independizaron con sus filiales europeas. Los chinos han optado por estrategias similares, entrando de la mano de grupos de concesionarios como Astara, Quadis y el grupo Caetano. Todo es empezar.
Otro dato a tener en cuenta: el modelo 100% eléctrico más vendido en España el pasado abril fue un coche chino. El MG4 superó así a los Tesla y a los europeos eléctricos.
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Los fabricantes de Pekín han puesto el ojo y sus coches en el mercado español