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SERGIO SANCHO Secretario general de la federación sindical FICA-UGT Aragón
Sergio Sancho Subías, de 48 años, fue elegido la semana pasada como nuevo secretario general de FICA-UGT Aragón, la Federación de Industria, Construcción y Agro. Preside el comité de empresa de Valeo Térmico, donde trabaja desde hace 27 años, casi los mismos que lleva de afiliado de un sindicato del que ahora lidera el principal pilar de su base social.
¿En qué situación se encuentra la industria aragonesa?
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– Estamos viviendo un momento de muchos cambios, pero en general el sector está funcionando. Los datos de la EPA del primer trimestre son positivos, con 5.600 empleos más en el último año y una caída del paro. La temporalidad también ha bajado gracias a la reforma laboral. Quedan otras cuestiones que hay que mejorar como el paro de larga duración y la parcialidad.
¿Cómo le ha sentado al sector la reforma laboral?
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– Sin duda, el efecto ha sido positivo. En la temporalidad sobre todo, que ha pasado del 27% al 14% en un año. El acuerdo de los ertes, la subida del SMI en casi un 50%, la reforma de las pensiones... Más allá de las críticas de algunos, los datos y el tiempo están demostrando que estas medidas, lejos de ser problemas, están dando unos buenos resultados para la economía. Hay quien vaticinaba el fin del mundo y la realidad es que se está generando empleo y riqueza.
¿Cómo afronta la negociación de nuevo convenio del Metal?
– Es un convenio importante que afecta a entre 70.000 y 80.000 trabajadores de Zaragoza. Para nosotros es un referente. Afrontamos el proceso con ilusión y responsabilidad, pero la cosa está verde porque acaban de empezar.
¿Cuáles son las principales demandas de UGT en esta mesa?
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– Tenemos claro que no podemos venir con mochilas de negociaciones anteriores, hay que valorar el escenario actual. En retribuciones, pedimos un 5% en 2023 y un 4,5% para los dos años siguientes con revisión salarial. Tenemos otras muchas cuestiones que hablar: trabajos nocturnos, gratificaciones extraordinarias, complementos como excategoría, dietas, jornada, salud laboral...
Con la inflación disparada, la revisión salarial del último convenio ha escocido en las empresas.
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– Verdaderamente hay que reconocer que cuándo se negoció la cláusula de revisión el escenario económico e industrial era otro totalmente distinto. Quizá no se pensaba que iba a ser necesario que entrara en efecto. Las empresas en general han tenido una respuesta positiva y pueden afrontar los pagos porque tienen rentabilidades favorables. Solo en algunos casos se están generando conflictos.
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¿En qué empresas ocurre eso?
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– Son excepciones. Empresas que están siendo menos receptivas, pero legalmente no les queda otra que pagar lo que corresponde.
¿A qué desafíos se enfrenta la industria a nivel sindical?
– Hay que mantener la negociación colectiva y el diálogo social. Será fundamental encontrar en el plano político y las empresas interlocutores que quieran mantener las mesas de diálogo. En las empresas que no haya interlocución utilizaremos las herramientas que sean necesarias. Y hay que hablar de salud laboral, visibilizarla más que nunca. En Aragón solemos morir de humildad, porque somos así, pero la comunidad es uno de los mayores centros industriales de España. El escenario que hay da para hacer negociaciones colectivas que sean acordes con esta buena situación. Los beneficios tienen que llegar a los trabajadores y revalori– zar los salarios para vivir dignamente.
La federación que lidera abarca la construcción y el agro, ¿cuáles son los retos en estos sectores?
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– Construcción es un sector que ha madurado y se ha afianzado en nuestra comunidad. Aquí hay poner en valor la negociación colectiva y a la Fundación Laboral de la Construcción. El agrario, por el contrario, es el sector pobre de las negociaciones. La subida del SMI ha sido imprescindible para dar dignidad a esta actividad, pero queda camino por recorrer para que despegue definitivamente.
¿La transición verde y digital de la industria pone en riesgo el empleo?
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– No hay un plan B para el planeta ni para las personas. Desde UGT asociamos la palabra transición a la de justicia. No vale una transición hacia una industria más verde que se olvide de las personas, de los más vulnerables que hay al final de la cadena. Hay que hacer las cosas a su debido tiempo y de forma equilibrada: los empleos que salgan por los que se generen con las nuevas tecnologías.
¿Falta mano de obra cualificada como dicen las empresas?
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– No lo apreciamos de igual manera. Sigue habiendo mucha gente en paro y las condiciones laborales no son buenas en toda la industria. Si se dignificaran en algunos sitios, encontrarían más trabajadores. También es cierto que hay que invertir en formación y adaptar la FP a la industria del futuro.
«Al convenio del Metal no podemos venir con mochilas de negociaciones anteriores, hay que valorar el escenario actual»
A los sindicatos les cuesta llegar a los jóvenes.
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– La verdad es que estamos teniendo mucha afiliación de gente joven en la federación. Es cierto que nos cuesta que asuman responsabilidades.
¿Qué espera de las elecciones?
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– A la clase trabajadora siempre nos van mejor los gobiernos progresistas, como se ha visto en esta legislatura.
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