«La función última de cualquier músico es emocionar al oyente»
▶ José Ignacio Lapido presentará el sábado en La Casa del Loco su nuevo disco, ‘A primera sangre’
José Ignacio Lapido vuelve a Zaragoza para regocijo de sus fieles seguidores. El guitarrista y compositor granadino presentará este sábado (22.00 horas) en La Casa del Loco A primera sangre, un álbum del que está especialmente satisfecho. «No sé si este es uno de mis mejores discos en solitario, pero el ideal que tenía antes de entrar al estudio está muy próximo al resultado final». Que él realice estas declaraciones ya es mucho; sobre todo teniendo en cuenta su alto grado de autoexigencia. Lo cierto es que los fans y la crítica especializada han recibido con los brazos abiertos un álbum que, sin duda, reafirma al granadino como uno de los grandes creadores del pop-rock en español.
Ha habido que esperar casi seis años para escuchar su noveno disco en solitario, aunque en 2019 nos regaló el primer álbum en más de dos décadas de los ya legendarios 091, la banda liderada por el propio Lapido. «La idea que tengo es ir alternando los dos proyectos. De hecho, este verano tenemos conciertos con Los Cero», indica el granadino, que sigue teniendo hambre de escenario.
Lo volverá a demostrar este sábado en La Casa del Loco con un directo que se extenderá durante más de dos horas. «Nos da tiempo a repasar el nuevo disco entero y a tocar un montón de canciones de los anteriores», apunta Lapido, que tiene muy claros sus objetivos: «La función última de cualquier músico es emocionar al oyente. A veces se nos olvida porque estamos con nuestras historias, pero es así, una de nuestras funciones es hacer feliz a la gente». A sus seguidores zaragozanos lleva haciéndoles felices casi 40 años, desde que ofreció su primer concierto en la ciudad con los 091. «Siempre me he sentido muy querido en Zaragoza y es una parada obligada en todas nuestras giras», subraya.
El show llegará a La Casa del Loco totalmente rodado tras haber desembarcado en las últimas semanas en otras ocho ciudades españolas. Y lo hará con los cuatro músicos que acompañan a Lapido desde hace muchos años. Con ellos, y producido por su escudero Raúl Bernal, ha construido A primera sangre, un álbum en el que cada instrumento
«Algunas canciones de este disco se quedarán como temas clásicos de mi repertorio»
«Siempre me he sentido muy querido en Zaragoza; es una parada obligada en nuestras giras»
suena en el momento preciso y en su justa medida. «Una de las cosas que buscaba era que el disco tuviera también silencios, porque eso hace que los sonidos adquieran otra dimensión. Queríamos que hubiera aire y no meter más instrumentos de la cuenta», explica el granadino.
Como suelen hacer de forma habitual antes de meterse en el estudio de grabación, Lapido y Bernal estuvieron escuchando otros discos que les gustaban cómo estaban producidos. En esta ocasión, uno de esos elegidos fue Raise the Roof, el segundo álbum colaborativo del cantante de rock Robert Plant y la vocalista de country Alison Krauss, del año 2021: «Es una producción excepcional que suena como de los años 50 pero contemporáneo. Y eso es lo que queríamos, ese tipo de sonidos clásicos pero puestos al día».
El resultado ha sido un disco limpio, orgánico y poderoso a la vez. «No querría ser presuntuoso pero lo cierto es que cuando ya estaba listo y lo estábamos escuchando en el estudio vi caras de felicidad y satisfacción en todos los músicos. Rostros que no había visto otras veces con otros discos; y yo estaba igual», reconoce.
Lo que está claro es que bastantes de estas once canciones pasarán a formar parte del repertorio más mítico de un compositor considerado ya de culto. «Quiero a todos los temas por igual, pero ya que me pones en el compromiso te diré dos que me encantan: Curados de espanto y De cuando no había nacido. Reflejan muy bien el espíritu general del disco y creo que han acabado muy bien armadas», concede Lapido.
Capítulo aparte merece el gran nivel vocal que exhibe en este álbum el guitarrista granadino, que cada vez canta mejor. «Creo que se debe también a una circunstancia accidental. Durante la pandemia, con el tema de la reducción de los aforos, tuve que subirme yo solo al escenario con la guitarra, algo que nunca había hecho. Me travestí en cantautor (ríe). Eso me obligó a trabajar mucho la expresividad de la voz y creo que se ha notado en el disco», comenta Lapido, que reconoce que no es un «cantante vocacional»: «Yo soy guitarrista pero las circunstancias de la profesión te llevan por estos caminos y cuando empecé en solitario pensé que lo más honesto era cantar mis propias canciones».
LARGA VIDA A 091 En A primera sangre, / Lapido vuelve a abordar temáticas ya recurrentes en su discografía: el paso del tiempo, la soledad, la muerte, el amor... «Trabajar con la navaja al cuello también funciona, pero esta vez llegué al estudio con todas las letras hechas, algo que no suele ser habitual. Al final, todo esto