Teresa Ribera no descarta «medidas extraordinarias» frente a la sequía
La ministra no aclara con nitidez su postura sobre el «minitrasvase» del Ebro al Priorat que pide Cataluña El Ejecutivo aragonés pide claridad y responde con dureza que «en Aragón no sobra agua»
La propuesta de la Generalitat de Cataluña de transferir cinco hectómetros cúbicos de la cuenca del Ebro para el riego de viñas y olivos en el Priorat (Tarragona) sigue trayendo cola tres días después. La polémica sumó ayer un nuevo episodio tras las declaraciones de la vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográgfico, Teresa Ribera, quien se mostró bastante tibia respecto a ese «minitrasvase» planteado desde Cataluña. En un acto en el que, además, la sequía fue protagonista, pues versaba sobre la protección del Mar Menor, la ministra confesó sobre la situación de los embalses aragoneses y el Priorat que «no es descartable que, en situaciones de emergencia, haya que tomar medidas extraordinarias de emergencia». De hecho, Ribera insistió en que la convicción del Gobierno central sobre las grandes cuencas hidrográficas es la de que «hay que ser cuidadosos para garantizar que haya agua no solo mañana, sino pasado mañana». Pero evitó hablar con claridad sobre un hipotético trasvase.
Unas declaraciones que no sentaron nada bien en el seno del Ejecutivo aragonés. La portavoz del Gobierno y vicepresidenta segunda, Mar Vaquero, exigió a la ministra a última hora de la tarde que especificase «a qué se refiere con esas medidas extraordinarias». «Debería aclarar si tienen que ver con algún nuevo pacto oculto de Sánchez con los separatistas», señaló Vaquero, quien quiso trasladarle a Ribera que «en Aragón no sobra agua» y que «se necesita del agua de la cuenca del Ebro para seguir apostando por las necesidades presentes y futuras para el desarrollo de la comunidad». Por último, la portavoz de la DGA incidió en que «hay alternativas al trasvase» para las cuencas catalanas, como «llevar a cabo un proceso de desalación».
Un malestar que también estuvo representado por la figura de su vicepresidente primero, el ultraderechista Alejandro Nolasco, quien denunció de forma contundente el «cuajo» de la ministra Ribera. «En la conferencia sectorial que tuvimos el martes fue incapaz de decirme nada del trasvase al Priorat. Está claro lo que tienen pactado
MINISTRA DE TRANSICIÓN ECOLÓGICA
mar, Jorge Pueyo, «que se nieguen a votar sí a esas cesiones». «Ojalá me equivoque», prosiguió Nolasco, «pero serán los primeros en votar a favor». En cualquier caso, los socialistas aragoneses se han mostrado muy críticos y contrarios a la medida planteada por el Govern catalán, y tras las palabras de Ribera, insistieron en que «no cambian nada» sobre su rotundo rechazo. Así, el expresidente Lambán expresó el pasado martes en la Ejecutiva regional del partido su «temor» a que el trasvase del Priorat acabe ocultando una intervención «de más envergadura».
Un comentario que propició un nuevo rifirrafe con su sucesor, un Jorge Azcón que le pidió ayer «que llame a Ferraz y que se lo aclaren», dijo. «Sánchez ha cedido en cosas que creíamos que serían inverosímiles de poder ceder por parte del Gobierno de España y ahora el temor que tenemos es que también ceda ante el trasvase del Ebro», continuó Azcón, a quien Lambán espetó desde su cuenta de X (antes Twitter) que nunca ha tenido «jefes» en Madrid, mientras que él «hace siempre lo que le dicen». «Deje de dedicarse en exclusiva a hacer oposición al PSOE y gobierne. Los aragoneses se lo agradecerán», cerró Lambán.
Sea como fuere, los embalses y los regantes aragoneses siguen expectantes a unos acontecimientos que la CHE no contempla por el momento, aunque la DGA ya ha anunciado por boca de su consejero de Agricultura que «recurrirán a la vía jurídica si es necesario».
Mar Vaquero pide a Ribera que aclare si esas acciones esconden algún «pacto oculto» con Junts
Vox asegura que está «radicalmente en contra» de la propuesta de la Generalitat catalana