Un ministro alemán pide atención «ante la posible vuelta de Trump»
«Debemos prepararnos ➲ para reforzar nuestra economía», avisa Lindner
El Foro Económico Mundial (WEF, por su sigla en inglés) clausuró ayer en la localidad suiza de Davos su 54ª edición entre augurios de desaceleración económica, el temor a una escalada bélica en Oriente Próximo y la incertidumbre por los procesos electorales previstos en más de 70 países, incluido EEUU, en noviembre. La posibilidad de que Donald Trump se convierta, definitivamente, en candidato del Partido Republicano y la eventualidad de su hipotético triunfo frente al actual presidente demócrata, Joe Biden, ya se ha instalado en el radar de riesgo del mundo económico.
«Hablamos demasiado de Donald Trump en Europa, y creo que deberíamos prepararnos para reforzar la competitividad de nuestra economía. Es lo mejor que podemos hacer para prepararnos ante un segundo mandato de Dota», nald Trump», expresó el ministro alemán de Finanzas, Christian Lindner, en Davos, en una mesa de debate sobre Perspectivas globales de la economía.
Tras una recesión del PIB alemán del 0,3% en 2023, el ministro germano admitió que la perspectiva de crecimiento para 2024 «no es demasiado alta», si bien añadió que la economía alemana ha demostrado ser resiliente. «Alemania no es un hombre enfermo. Tras un periodo muy exitoso, Alemania es un hombre cansado después de una noche demasiado cor
explicó Lindner tirando de metáforas. «Y las bajas expectativas de crecimiento son una llamada de atención para tomarse una buena taza de café, hacer las reformas estructurales y luego seguiremos siendo una economía exitosa».
En la mesa, con el ministro alemán, participaron la presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde; el presidente de Singapur, Tharman Shanmugaratnam; el ministro de Finanzas de Arabia Saudí, Mohammed Al-Jadaan; la presidenta de la Organización Mundial del Comercio, Ngozi Okonjo-Iweala; el presidente de la firma inversora Carlyle, David M. Rubenstein, y la periodista Francine Lacqua.
«Es difícil saber si la economía mundial está a prueba de Trump», dijo el presidente de Carlyle Group, una de las firmas inversoras más grandes del mundo.