La RAE digitaliza su biblioteca y la abre al público general
La sociedad puede acceder gratuitamente y en línea a través de su web ▶
El manuscrito original de Don Juan Tenorio, el del Buscón de Quevedo, la primera edición del Quijote o decenas de incunables son algunas de las joyas de la literatura que permanecían «dormidas» en la Biblioteca de la Real Academia Española y que desde ahora se encuentran digitalizadas a disposición de todos.
La RAE ha abierto a la sociedad los fondos documentales de su biblioteca, que ha sido digitalizada, lo que permite el acceso gratuito y en línea a través de su página web a más de 4.800 obras repartidas en 5.250 volúmenes (hay obras compuestas por más de un volumen) que permanecen custodiadas en la sede de la institución en Madrid.
Cervantes, Lope de Vega, Rosalía de Castro o Rubén Darío son algunos de los muchos autores cuyas obras se encuentran en los fondos de la RAE, que ha acometido desde 2021, con el mecenazgo de la Fundación María Cristina Masaveu Peterson, la digitalización de esta biblioteca.
Una digitalización que en sus dos primeras fases, centradas en los ejemplares antiguos impresos (desde mitad del siglo XV hasta 1830 y desde la imprenta manual a 1900), ya se ha finalizado y que ha iniciado ya la tercera etapa con sus manuscritos.
Aunque 15 de estos manuscritos se pueden ver ya, como es el caso del Don Juan Tenorio de José Zorrilla, un ejemplar en el que pueden observarse numerosas tachaduras y correcciones, muestras del proceso de creación que llevó a cabo y en el que puede leerse escrito de su mano su famoso: «No es cierto, ángel de amor...».
También se ha digitalizado ya
El libro de buen amor del Arcipreste de Hita, una de las tres copias manuscritas que se conservan de esta obra del siglo XV. O Canción de otoño en primavera, de Rubén Darío, también en posesión de la RAE.
En total, ya se encuentran digitalizadas un millón y medio de páginas que antes habían sido vistas
muy poco, en todo caso por los investigadores que acuden a consultarlos a la RAE. La labor de digitalización continuará a lo largo del tiempo ya que además de facilitar el acceso de investigadores y ciudadanos en general, se trata de preservar el patrimonio que suponen estas obras.