Son tremendos, con

EL ADIÓS DE ESCRIBÁ Intentó el Zaragoza mejorar ese nivel casero de tres derrotas consecutivas ante el Oviedo. Se quedó, eso sí, en un empate en el que el equipo blanquillo no pudo marcar desperdiciando un buen número de ocasiones y después llegó el derbi ante el Huesca que supuso la sentencia para Fran Escribá en un encuentro en el que la decadencia del Zaragoza se hizo palmaria, con una exhibición de incapacidad para que el rival lograra el triunfo (0-2).

Tras un decepcionante comienzo de era con Velázquez ante el Albacete en el Carlos Belmonte, el duelo en La Romareda ante el Leganés supuso el primer paso de esa recuperación de sensaciones. Una victoria sellada con el gol de Maikel Mesa y apoyada en el dibujo de tres centrales que en ese duelo tuvo su inicio para que de momento se mantenga como apuesta del entrenador. También parecía que el segundo partido de Velázquez en casa se iba a solventar con victoria tras los tantos de Mollejo y Maikel Mesa en el tramo final de la primera parte para que en la segunda el Zaragoza volviera a su fragilidad e inconsistencia para mantener rentas y encajara dos dianas del Levante en 8 minutos y sumara un triste empate. Ante el Andorra el triunfo zaragocista fue el más cómodo de esta etapa casera de Julio Velázquez, ya que el equipo solo sufrió al principio del segundo acto y ejecutó a su rival con dos goles en momentos decisivos, de Francho antes del descanso y Fran Gámez cuando mejor estaba el rival.

Así, el Zaragoza ha recuperado ese pulso ante su gente, con tres partidos en los que no ha faltado a su cita con el gol, marcando cinco dianas y dejando su portería a cero en dos de las tres citas para ese balance de 7 puntos de 9 que tendrá las siguientes pruebas caseras ante el Sporting y el Cartagena. Más tarde restarán Amorebieta, Espanyol, Tenerife, Elche, Burgos, Ferrol y Albacete por visitar el estadio zaragocista en esta Liga.