Aragón aplaude la inversión de Sánchez pero pide más concreción

Las familias y los sindicatos reclaman más fondos, más contrataciones y una revisión del modelo Educación extenderá un programa de refuerzo y pondrá en marcha otros sobre fomento de la lectura

Toda inversión que se haga en educación es necesaria; pero, además, es necesario conocer las debilidades del sistema educativo para conseguir revertir los malos datos en matemáticas y comprensión lectora resultantes del Informe PISA. En estas dos ideas coinciden padres, docentes y sindicatos educativos. Por eso, dan el visto bueno al plan de choque anunciado por Pedro Sánchez, que aportará más de 500 millones de euros para desdoblar aulas y que haya menos alumnos en esas materias; pero también afectará fuera de las clases con refuerzos para estudiantes con dificultades; y, además, incluye un plan de formación para el profesorado.

Desde el Departamento de Educación del Gobierno de Aragón, que tras conocer el anuncio criticó ese plan porque «supone el reconocimiento de las carencias de su modelo de educación», señalaron ayer que la comunidad extenderá el programa Aúna, que apuesta por el refuerzo educativo que ahora se imparte fuera del horario lectivo con el objetivo de «prevenir el fracaso y el abandono escolar». Pero además, señalaron que se implementarán otros como Viaje con letras, que fomenta la lectura; Perspicaz, que trabaja la competencia lingüística; y Desenreda, sobre alfabetización mediática. Además, próximamente anunciarán otros relacionados con la competencia matemática.

Tras señalar que cualquier aportación económica que se haga en educación es «bienvenida», desde la Federación de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos de Aragón (Fapar), ven necesario una «revisión real de las necesidades de nuestro sistema educativo», así como «modificar metodologías de aprendizaje, con atención individualizada sin perder de vista la imprescindible equidad». Además, reclaman que las evaluaciones deben estar «siempre al servicio de esa mejora y no para establecer únicamente clasificaciones».

En esa cautela también coinciden en los centros. Pilar García, presidenta de la Asociación de Directores y Directoras de Institutos de Educación Secundaria en Aragón (Adiaragón), ve necesario esperar «a ver cómo se gestiona todo» porque cree que de manera paralela al incremento de recursos deberían

do con dificultades», que tengan herramientas para que los docentes enseñen, entre otros. Desde CSIF reconocen que «estas medidas llegan tarde y mal» y esperan que la inversión se «gaste en profesores y no en tapar los agujeros que se han generado». Insisten además que los planes «difícilmente solucionarán una parte del problema», porque lo esencial es «sentar las bases del aprendizaje que son el lenguaje y las matemáticas».

Desde CGT aseguran que uno de los problemas de la educación en España es la «doble red» de la escuela pública y concertada y «sin tocar eso es complicado resolver cuestiones como las que aparecen» en el informe porque los alumnos con dificultades se concentran en la pública. Otro problema es la clase de religión, que «no se tocará» pero que, dice el sindicato, podría dedicarse al refuerzo», aseguran, para insistir en que la bajada de ratios, la eliminación de la burocratización, y la contratación de más profesorado la vienen exigiendo desde hace muchos años. Por eso, estas medidas y las de más formación «contarán con nuestro apoyo». Por su parte, CCOO saludan el plan, pero reconocen que «solo conocemos las intenciones». El sindicato ya apostaba desde inicio de curso por esas medidas que ahora anuncia Pedro Sánchez, pero pide «avanzar más» reforzando la atención a la diversidad y tomar medidas que permitan la «plena inclusión del alumnado vulnerable». E insisten en la mejora de las condiciones laborales de los docentes y de su formación, «uno de los aspectos más erosionados por los recortes del PP».

STEA también insiste en bajar las ratios para «lograr una atención más personalizada, que no se soluciona con unos cuantos desdobles». La solución real pasa por un «aumento significativo del porcentaje del PIB invertido en Educación» y, sobre todo, por un «pacto por la educación para dar estabilidad a la enseñanza» ya que hay partidos que «no hacen nada para evitar que la educación concertada segregue al alumnado».

Desde UGT consideran el anuncio un «buen primer paso» y señalan que los fondos deben ser finalistas para dedicarse «a las medidas propuestas» de bajada de ratios, apoyo a los alumnos con necesidades educativas, menor horario lectivo y mayor formación.

La solución estaría en invertir en cada alumno «lo mismo que los países que aprueban» en el Informe PISA