El PSOE intensificará los contactos con Junts para blindar la legislatura
Los socialistas mantienen el rechazo a las enmiendas para que se incluya el terrorismo en la amnistía La portavoz del PSOE confirma que antes de fin de mes habrá un encuentro con los posconvergentes
La prioridad de los socialistas en estos momentos es engrasar las relaciones con Junts. En los próximos días está previsto intensificar los contactos para lo que denominan «integrar» a los posconvergentes en la gobernabilidad. Sin Junts no habrá Presupuestos y, por consiguiente, la legislatura se asomaría a un precipicio. Una amenaza que se han tomado en serio en el Ejecutivo tras la agónica negociación de los tres primeros decretos de la legislatura. Fruto de ello, están dispuestos a cambiar su método de negociación y redoblar esfuerzos con Junts. En Ferraz insisten en la necesidad de normalizar la relación con el partido del expresident Carles Puigdemont y tienen previsto celebrar «diversas» reuniones empleando a todos sus interlocutores con los independentistas.
Hasta ahora, los encargados de estos contactos han sido el secretario de Organización, Santos Cerdán, y el ministro de Presidencia y Justicia, Félix Bolaños, para las cuestiones relativas a la ley de amnistía, que hoy afrontará el debate sobre la ponencia en la comisión de Justicia. A ellos se sumará la vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, para abordar directamente la negociación de los próximos Presupuestos. La intención es retrasar su presentación hasta no atar antes el apoyo de los socios. La fusión entre Ferraz y Moncloa, tras la reciente remodelación de la ejecutiva del PSOE, va encaminada a profundizar esta estrategia de coordinación.
ANTES DE FINAL DE MES La portavoz del PSOE, Esther Peña, confirmaba ayer que antes de finalizar el mes de enero se celebrará un encuentro con la dirección de Junts para avanzar en los «contenidos» del pacto de investidura. Eso sí, evitaba avanzar si se celebrará fuera de España, como apuntan los posconvergentes. La última reunión entre Santos y Turull se produjo la pasada semana en dependencias de la Cámara baja.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, quien todavía no ha intercambiado mensajes ni llamadas telefónicas con Carles Puigdemont, ya ha asegurado su voluntad de mantener una reunión presencial con el expresident. Una vez aprobada la amnistía, que casi se solapará con los Presupuestos según el calendario que manejan los socialistas. Hacienda cuenta con que las cuentas se aprueben definitivamente en el mes de abril.
Si el Gobierno consigue luz verde, al menos podrá estirar la legislatura hasta su ecuador. Blindar dos años de Gobierno a la espera de determinar qué efectos tienen los comicios catalanes y sus resultados en la relación con los independentistas. Según ha revelado Pere Aragonès, su intención tras proclamarse oficialmente candidato de ERC pasa por agotar todo su mandato, que remata en febrero del próximo año.
RIVALIDAD ENTRE LOS SOCIOS La competición entre Junts y ERC dificulta las negociaciones al Gobierno, que necesita el apoyo de todos los actores del bloque de investidura con el único margen de una abstención para sacar adelante sus iniciativas. Un escenario que, reconocen desde el Ejecutivo, obliga a hacer equilibrios entre Junts y ERC. Tanto con el reparto de banderas como a la hora de pactar cuestiones con uno de estos actores que no vaya en detrimento del otro. Con todo, dan por hecha una mayor afinidad con los republicanos, además de que ya participaron de la gobernabilidad en la pasada legislatura.
La comisión de Justicia debate hoy la ponencia sobre la ley de amnistía con las enmiendas de Junts y ERC para excluir las causas de terrorismo en el aire. Por el momento, solo se han incorporado al texto las modificaciones «técnicas» presentadas por el PSOE y los socialistas mantienen su rechazo a que se amplíe el perímetro para incorporar las causas del Tsunami Democràtic (que involucran al expresidente Carles Puigdemont y a la secretaria general de ERC, Marta Rovira) y los CDR.
La portavoz del PSOE, Esther Peña, hizo hincapié en rueda de prensa en que el partido tiene sus propias enmiendas y que el actual texto «es impecable jurídicamente y plenamente constitucional». «Vamos a defender esas enmiendas», avanzó Peña en referencia a las presentadas por los socialistas y apoyadas por el bloque de investidura, para dejar en el tejado de Junts y ERC las que no han sido pactadas. «La labor de seducir y convencer les toca a otros», aseguró. Y es que desde el PSOE siempre rechazaron incluir cambios en el texto que pusiesen en riesgo la constitucionalidad de la norma ante el TC, además de que aquellas sin consenso amplio entre todos los socios. Los socialistas están pendientes de perfilar su posición definitiva ante el debate de hoy en la comisión de Justicia, aunque fuentes parlamentarias insisten en la posición que vienen manteniendo hasta ahora. Otras fuentes del Ejecutivo se refieren también a una suerte de línea roja con el terrorismo.
«SUPERAR EL HORIZONTE JUDICIAL» Peña argumentó que espera «que se sigan produciendo de manera regular» las reuniones con los posconvergentes, al igual que con el resto de socios. La portavoz de Ferraz insistió en la necesidad de «superar el horizonte judicial y la crisis institucional» producida a causa del procés. «Consideramos que si estamos para ensanchar la democracia, es más completa si incorporamos a todos los actores que tuvieron que salir, por una u otra circunstancia, en 2017», justificó.