El Gobierno equilibra las cesiones para allanar los Presupuestos
El acuerdo con los dos ➲ partidos catalanes acerca posturas sobre las cuentas
El Gobierno sigue destensando la relación con los independentistas en un contexto en el que se juega el alcance de la legislatura a través de los próximos Presupuestos. Tanto Junts como ERC celebraron este martes su acuerdo con los socialistas en la comisión de Justicia para incluir una enmienda a la ley de amnistía sobre terrorismo. Un gesto que el Gobierno siempre calificó como una «línea roja», aunque las lecturas son dispares.
Si para los independentistas permite blindar la norma, al incluir como amnistiables las causas de CDR y Tsunami Democrátic (en la que se investiga por un delito de terrorismo al expresidente Carles Puigdemont y a la secretaria general de ERC, Marta Rovira), el Gobierno niega que haya un cambio sustancial de posición, aunque los independentistas así lo deslizan.
El caso es que este acuerdo imprevisto acerca posiciones antes de iniciarse las negociaciones formales los próximos Presupuestos. El
Gobierno también se cuida de repartir esta bandera tanto con Junts como ERC, ambos partidos en competición entre sí por reivindicar su sello en la medida de gracia.
Vuelva a haber o no cesiones, los socialistas dieron ayer un salto cualitativo en la estrategia de engrasar la relación con Junts, sin priorizarlos sobre ERC, de cara a intentar allanar las cuentas públicas. Si estas salen adelante, se blindaría la legislatura hasta su ecuador. El Ejecutivo podrá prorrogarlas, en caso de no salir las siguientes, y tendría oxígeno para gobernar al menos dos años.
Después del varapalo que estu
vo a punto de recibir el Gobierno por parte de Junts en la convalidación de los tres primeros decretos de la legislatura, las cesiones se intensifican al igual que los contactos. El objetivo ahora es reconducir las relaciones y acercar posiciones para sacar adelante los Presupuestos. De hecho, se está retrasando su presentación en el Congreso, en un principio prevista para mediados de enero, con el objetivo de allanar antes un acuerdo.
Al menos, asegurarse que no se presentarán enmiendas a la totalidad y que todas las partes, especialmente Junts, están dispuestas a llegar a un acuerdo. Un compromiso que no quita que tras la presentación de las cuentas se negocien enmiendas con los socios de investidura. Así coinciden en señalarlo tanto desde Gobierno como desde alguno de los grupos que votaron a favor de la investidura.