Los patinetes, a la par que las bicis
La movilidad personal se ha duplicado prácticamente desde 2018 debido al incremento del uso de las nuevas formas de desplazarse. Durante este tiempo, la utilización de la bicicleta se ha mantenido estable mientras que se estima que los patinetes eléctricos representan ya casi la mitad de los desplazamientos de movilidad personal.
Entre los vehículos de movilidad personal, la siniestralidad ha aumentado de forma importante estos años coincidiendo con el incremento de los usos de patinetes. No obstante, en el último año, con datos provisionales, se ha registrado un ligero descenso. Los accidentes se concentran principalmente entre los usuarios de 21 a 30 años.
En cuanto a las causas que están detrás de los accidentes con patinetes, los informes policiales indican que las infracciones son el factor más probable (96,8% de los casos) pero en la mayoría de los casos confluyen varias circunstancias, de ahí que se esté trabajando en el análisis detallado de los siniestros graves y con fallecidos.
Para tratar de evitar excesos y el mal uso de estos vehículos, esta misma semana ha entrado en vigor una nueva normativa a nivel estatal que marca que todos los patinetes eléctricos que se vendan a partir de ahora deben estar certificados y, para ello, tienen que cumplir una serie de características como disponer de un indicador de velocidad y de un sistema de frenado con dos frenos independientes.
Los vehículos de movilidad personal (VMP) ya comercializados podrán circular hasta el 22 de enero de 2027 aunque no dispongan de certificado. A partir de entonces, solamente lo podrán hacer los que cuenten con la homologación.
Además, los patinetes no pueden circular a más de 25 kilómetros por hora, velocidad a partir de la cual el motor dejará de impulsar al vehículo, y dispondrán de un sistema de antimanipulación. Todos deben contar con dos frenos independientes y los de más de dos ruedas, también con un freno de estacionamiento.
Según los datos ofrecidos por el ayuntamiento, la cifra provisional de accidentes del año 2023 está por debajo de la del 2019, antes de la pandemia.
En el último año en Zaragoza se notificaron 2.946 accidentes con un total de 1.104 víctimas (incluyendo heridos leves, graves y fallecidos). En 2019 se registraron 3.169 siniestros con 1.213 afectados. Echando la vista atrás, el peor año fue en 2008, con 5.176 accidentes y 1.519 víctimas.
Estas cifras que forman parte del diagnóstico, explicaron Lorén y Bravo, están alejadas de los índices de otras grandes ciudades. Así, y siempre según los datos ofrecidos por el ayuntamiento de la capital aragonesa, mientras en Zaragoza se registran 423 accidentes por cada 100.00 habitantes, en Madrid el número asciende hasta los 615 y en Valencia hasta las 940, ciudades, eso sí, más populosas y con más tráfico.
Todos estos datos van a servir para poder diagnosticar dónde está el problema detrás del aumento de víctimas mortales en Zaragoza en
Esta misma semana ha entrado una norma estatal en vigor que establece limitaciones
los dos últimos años. Además, este febrero, el Ayuntamiento de Zaragoza iniciará este mes de febrero el proceso participativo para la elaboración del que será el primer plan urbano de seguridad vial, «en el que se va a dar voz a más de 80 colectivos y personas expertas en la materia», explicaron desde el consistorio. La cooperativa de iniciativa social Atelier de Ideas se encargará de la dinamización del proceso, tras resultar adjudicataria en el procedimiento abierto por concurrencia competitiva.
El objetivo de este proceso es dar forma a este documento «con el más amplio consenso social», para lo cual se van a constituir tres grupos de trabajo: seguridad vial de peatones y personas con movilidad reducida; seguridad vial de vehículos vulnerables (bicicletas, patinetes, motocicletas y ciclomotores); y seguridad vial de vehículos relacionados con el ámbito laboral, como limpieza y recogida de basuras, autobuses y distribución de mercancías.
El proceso participativo recabará los conocimientos sobre la situación actual de técnicos municipales, Policía Local, docentes universitarios, asociaciones de peritos y centros de investigación de accidentes, así como de un amplio elenco de asociaciones: víctimas accidentes de tráfico, personal de atención a víctimas, defensores de la movilidad peatonal, ciclistas, usuarios de patinetes, asociaciones de transportistas, empresas de transporte colectivo, taxistas, conductores de ambulancia, asociaciones vecinales, sindicatos, aseguradoras, entidades de personas con discapacidad, colegios profesionales y personas vinculadas con Salud Pública.
Y mientras se sigue trabajando en el plan, que se anunció ya a finales de 2022, desde el Gobierno municipal afirman que están ya en proceso de mejorar la seguridad en las calles. Por ejemplo, se han balizado 17 pasos de peatones en el trazado del tranvía, en los que se han colocado luces que advierten cuando llegan los convoyes.
Además, en el presupuesto de 2024 se ha incorporado una partida de 250.000 euros para la instalación de pasos cebra iluminados en diferentes calles de la toda la ciudad.
80 colectivos van a participar en un proceso que definirá las medidas para reducir los siniestros